viernes, 30 de diciembre de 2011

2011: Retrospectiva


 Había llegado el momento de echar la vista atrás una vez mas, aunque el inamovible e inerte escenario que me rodeaba no reflejara ningún cambio, podia sentir como el tiempo habia estado pasando inexorable y como algo habia cambiado, una sensación fuera de todo gráfico, de todo sonido, de toda I.A, era distinto a cuanto recordaba. Tal vez era el miedo a un inminente ataque de los B.S.A.M, tal vez era un extraño sosiego de no haber recibido su visita en tanto tiempo, tal vez era el ronroneo de los etéreos y residuales recuerdos que quedaban en mi yo virtual y que querian salir, como las manzanas que escondemos en algunas máquinas recreativas.

En el Bar de Barbón me volvía a encontrar, nuevamente sentado en un sitio que podía calificar como mio, a la espera del próximo cliente, que podia traer en un solo instante o toda la alegria del mundo, o el terror mas implacable. Podía, en un segundo, recibirle con los brazos abiertos y un intento de sonrisa en mi bidimensional rostro o, al contrario, que fuera él quien quisiera recibirme con los brazos abiertos y con una mueca de odio en su cara que me haria correr como un pobre diablo, pues si consigue atraparme...no quiero volver a ver el mundo parpadear ante mis ojos y volver a soltar ese alarido que proclama a los cuatro vientos el fin de mi digital vida. Sinceramente, hace demasiado que ninguna de las dos cosas ocurre, y como en este lugar parece haberse estancado en alguna esquina de un viejo cartucho de videojuego noventero, pues el aburrimiento o algo muy similar, va haciendo mella en mi y no puedo mas que rememorar algunas de mis experiencias pasadas, recuerdos de una vida que jamas podria soñar pero con la cual me veia invadido en determinadas ocasiones.

El año 2011 va a acabar y, como todos años anteriores, ha dejado su rastro de buenas y malas pisadas dentro del embarrado camino de mi memoria.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Japón, sin ton ni son


 La jornada de tranquilidad habia llegado a su fin cuando, por sorpresa, Axel y Max entraron en el bar arrasando todo a su paso. Jack,que hacia poco habia aparecido de forma cordial por el bar y se iba a patrullar por los alrededores emitio uno de sus desgarradores gritos y vi como su cuerpo golpeaba la puerta del local, parpadeaba y luego se esfumaba para siempre como recuerdos bellos en la mente de un anciano.

Después de tan chocante escena, llegaron dos de mis archienemigos a los que tenia mas que conocidos, el rubito con bandana en la cabeza de ojos azules y cuerpo atlético de gimnasio que se caracterizaba por su agilidad y golpes ascendentes desde el suelo y, detrás de él, estaba el armario empotrado conocido como Max que tenia músculos en sitios que ni siquiera conocia que existieran. Eran una dúo mortal de necesidad, y los gritos de dolor y muerte de mis compatriotas que habian comenzado a aglomerarse en el local unas horas atrás, atestiguaban que nuestro aciago destino volvia a por nosotros y de sobra conociamos como iba a acabar todo por mas que intentásemos esforzarnos.

Dimos lo mas de nosotros mismos pero, aún asi, sucumbimos ante el potencial de esta pareja que hacía muchísimo tiempo que no pasaba por aqui. Creía, tonto de mi, que habian dejado de patrullar las calles, que habian marchado lejos tal vez a alguna nueva secuela de Streets of Rage, a algún HD remake de Streets of Rage 2 que se alejara del original o a algún juego crossover que tan de moda se están poniendo. Pero en esta virtual realidad no había sitio para esos deseos ni esas esperanzas, como un torrente de clientes en una tarde de sábado en un centro comercial, asi pasaron Axel y Max por el Bar de Barbón y lo arrasaron todo como si sus cuentas corrientes y sus vidas fueran ello; y bueno, tampoco estamos muy desencaminados si dijesemos que eso es asi.

Allí me encontraba yo, después del dolor, después del visionado de la luz final y la vuelta a la vida venidera. Una vez más, alli estaba plantado, en el escenario de la tragedia, en un nuevo comienzo con un futuro penoso y doloroso final, habia que volver a comenzar todo para que, tiempo después, se volviese a destruir. Nuevo comienzo esperanzador, triste final desgarrador. Asi era el ciclo de lo que podria llamar vida, ¿Porqué algo asi me fue programado, porque mis padres japoneses tejieron una trama tan cruel para mi y los mios?

No pude mas que sentarme en una de las pocas sillas que habian sobrevivido al torbellino humano, pusé lo que llamé con un esbozo de sonrisa como mente en blanco, y me puse a pensar en el pais de mi origen: Japón, y no todo lo que me vino a la cabeza fue bueno.


domingo, 11 de diciembre de 2011

Esclavos de las fechas - Xmas Edition


 No abandoné mi lugar desde que llegué al Bar de Barbón por última vez, en compañia de mis pensamientos y la turbia oscuridad que habitaba el local, me dejé de nuevo llevar por las grandes llanuras de la conciencia que tanto deseaba y que se me habia limitado, por aquel espacio infinito donde la libertad de opinión y expresión tenian un espacio distinto al que cargaban las lineas de código que configuraban mi I.A.

Sabía que el tiempo estaba cambiando aunque en los gráficos bidimensionales que me acompañaban y me acompañaran siempre no habia signo de aquello, sabía que lejos de aquella prisión videojueguil donde me encontraba, la gélida presencia del invierno se iba acercando a pasos agigantados y los dias se volvian cortos y las noches mas largas. Como si poco a poco el mundo se fuera acercando y adaptando a este en el que me toca vivir, como si en todas las partes del globo se hubiesen contagiado de esta ciudad sin nombre y sus dias fueran breves como nuestras vidas, y las noches eternas como nuestro sufrimiento. Una atmósfera distinta, una manera diferente de pasear por la calle, de sentir nuestra piel erizarse y nuestro cuerpo encogerse ante las fuerzas de la madre naturaleza; unas sensaciones tan lejanas y tan desconocidas para mi que incluso el simple hecho de imaginarlas es costoso.

La Navidad se acercaba en el mundo real, como una epidemia que habia contaminado a todos los ciudadanos convirtiéndolos en víctimas lobotomizadas y en esclavos de estas fechas.

jueves, 1 de diciembre de 2011

No quiero ser un clon


 Los momentos en estos lugares se espacian como las respiraciones de uno de los humanos que lucha contra mi, los despertares y los sueños profundos del Bar de Barbón son intermitentes como las luces de las calles que nos circundan, como relámpagos en un cielo nocturno, como chispazos de vida en un fluorescente renqueando a las puertas de su propia muerte.


El negocio no pasaba por sus mejores momentos, y gran parte de la culpa es de quien aqui se expresa, que de nuevo camina solitario por estas calles bidimensionales en que su principio es siempre el mismo y el final no suele variar tampoco de un dia para otro. La noche eterna me envuelve con su manto, mientras las farolas y los anuncios publicitarios de luz iluminan mi rostro a su propio son, tocando una canción sorda de colores destelleantes. Después de recorrer las mismas calles, girar en los mismos lugares, contemplar una y mil veces los mismos edificios que despuntan hasta el cielo hiriéndolo como si de una espada serrada se tratase intentanto abrirse paso hacia ese paraiso de blancas nubes y entornos tridimensionales de los cuales algunos se atreven a hablar.

Y, una vez mas, alli me espera mi eterno local, con su mirada enturbiada por la propia miasma que produce la ciudad me saluda. No necesita ni manos ni siquiera una voz cordial para darme la bienvenida, sé que está ahi para mi, y mi función es descubrilo ante los clientes que se aventuren por estas calles, a los viandantes que se dejen caer por aqui y que su destino este tan ligado al mio, como lo esta Mr. X a los designios de esta gris ciudad virtual. Vuelvo a abrir el cerrojo que con un sordo chasquido deja libre la persiana y esta sube hasta perderse de mi limitado campo de visión y abrir la penumbra del interior al mundo que le espera y a las visitas venideras.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Salón del Manga 2011: El Salón de la crisis.



Conocia esa sensación, de nuevo ese extraño cosquilleo en el interior, la visión borrosa, como si el mundo bidimensional al que estoy acostumbrado a vivir se expandiera como los fans de Naruto por la superficie de la Tierra, como algo viscoso se estuviese apoderando de mi IA y llevándome, una vez mas, a lugares en los cuales no habia estado jamas y escapaban de toda comprensión que yo pudiera tener. Aún rodeado de mis viejos conocidos y camaradas, a pesar de sentir su arrastrar de pies sobre el parquet, su jerga incomprensible o simplemente su modo de espera con dos frames de animación, senti que estaba solo y que unas manos invisibles me controlaban y jugaban conmigo como en un maldito videojuego. Si, esta vez lo veia claro, iba a pasarme de nuevo pero en esta ocasión no me iban a coger con la guardia baja.

Mientras mis compañeros de estrafalarias indumentarias me miraban anonadados mientras me sumergia en el oceano de mi propia imaginación, mi subconsciente viajaba a velocidades que superaban toda lógica para situarme ante las puertas del último salón del manga que tendria lugar en la Farga: bienvenidos pues al Salón del Manga de Barcelona del año 2011. Último en un ciclo y, a lo mejor, uno de los que ha levantado mas opiniones han lanzado y no todas precisamente buenas.

jueves, 6 de octubre de 2011

Crónica de GAMEFEST 2011. Dia 3: La Comunidad del eurillo


 Los temores de los Galsias y Donovans que rodeaban a Barbon se manifestaban cada vez con mas fuerza, recorrian y patinaban las distancias alrededor del regente del bar y aquel hombretón de prominente pecho y músculos imposibles seguia sin inmutarse ni un ápice, como si el animador hubiese decidido tomarse un dia de fiesta y haber abandonado su puesto de trabajo durante una temporada dejando a sus personajes tan estáticos como los fondos del primer Resident Evil.

Algunos de los integrantes de la banda de Mr.X osaron incluso golpear a Barbon pero, incluso asi, aquel hombre seguia ergido frente a la barra, bien recta su postura, hierático su rostro, como si estuviese asistiendo a una clase donde las lecciones le enseñarian la diferencia entre la vida y la muerte en su próxima batalla. Como si estuviese ante un examen que lo calificaria para seguir entre los mejores, luchar una vez mas por la gloria de su lider y su mano derecha, Shiva, o degradarlo a las mas bajas filas y bautizándolo como Z, Surger, Signal o algo incluso peor. Pero, por tercera vez consecutiva, nada de eso ocurria en su mente (si pudiesemos llamarlo asi) sino que aún seguia perdido en aquel maravilloso y tridimensional mundo llamado Realidad, en su tercer y último dia de Gamefest 2011.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Crónica de GAMEFEST 2011. Dia 2: Las 2 torres


Algunos tímidos clientes se acercaron al ver que el Bar de Barbón tenia sus puertas abiertas pero ninguna luz provenia de su interior. Lo bueno de pertenecer al único grupo de delicuentes y mafiosos de la ciudad, es que evitabas asi cualquier tipo de enemigo y sorpresas parecidas, pero las personas que se acercaron a ver cual habia sido el destino de este local, quedaron sorprendidas. Entraron lenta y sigilosamente en su interior mientras la visión de sus pixelados entornos les trastocó, todo estaba puesto patas arriba, como si un huracán en miniatura se hubiese desatado en su interior, como si la madre naturaleza hubiese gritado con fuerza en los tímpanos de ese bar y hubiese jugado con todos sus elementos como un infante en sus primeros años de vida.

En mitad de todo ese caos se podia descubrir una solitaria figura que ensimismado miraba al infinito como esperando encontrar algo en la lejania que le era imposible de obtener con el alcance de su bidimensional mano. Se acercaron los mas valerosos a preguntar al dueño del local que era lo que habia pasado, como se encontraba, pero la única respuesta que obtuvieron fue el silencio. El propio Barbón parecia haberse unido en sincronia con su propia taberna, guardando sus respetos a las vidas virtuales que se perdieron, a la felicidad que prontamente prospero en estos lugares y la gran batalla que aqui se libro. O, almenos, eso es lo que todo el mundo pensaba. Y, una vez mas, todos estaban equivocados, pues lo que en sus ojos se reflejaba y lo que en su I.A se proyectaba como una de aquellas antiguas películas en blanco y negro, no era relato de terror ni pena, sino todo lo contrario. El segundo dia en la GAMEfest de Madrid.

martes, 4 de octubre de 2011

Crónica de GAMEFEST 2011.Dia 1: El retorno del rey


 Parecia que el Bar de Barbón habia caido de nuevo en uno de esos sueños de los cuales le era tan complicado despertar. Habia dado permiso para que las particulas pixeladas de polvo inundaran y emborronasen sus contornos como si de un efecto antialiasing antiguo se tratase, habia permitido que el olor a cerrado y el abandono hiciesen mella en él, como la pobredumbre en la comida caducada. Es lo que todos habiamos llegado a pensar, que el local habia vuelto a cerrar los ojos después de la última visita de los B.S.A.M e iba a costarle mucho volverlos a abrir. Gracias al creador, a Nomura o a la divina providencia, eso era solo lo que pensabamos...

Porque NO es asi, después de esta pausa de unas cuantas semanas (o diria algún que otro mes), el Bar de Barbón vuelve a entornar sus puertas y dejar que la mortecina luz de la calle ilumine sus interiores, de forma a sus mesas y sillas amontonadas en rincones dispares y nos vuelva a hacer a todos testigos de sus aventuras y desventuras, de su caida tras el último de sus percances pero su renacimiento cual ave fénix o como una Xbox360 después de haber pasado por el servicio técnico y haber sobrevivido a sus fatales luces rojas de la muerte.  Solo una persona se encontraba en su interior, la mirada perdida, las manos sobre la barra y muy alejado de las penurias de esta bidimensional ciudad sin nombre. Su realidad era bastante cruel como para recibirla cual puñetazo en los morros, asi que cobardemente prefirio cobijarse en su propio universo paralelo donde habia visitado el segundo año de la feria de videojuegos mas famosa de España, el GameFest.

jueves, 25 de agosto de 2011

La gramola Número 4: Who is gonna save the world tonight (Swedish House Mafia)


Si existiese el calor en este mundo virtual, goterones de sudor caerian por nuestros bidimensionales cuerpos y cubririan el lugar como si charcos de lágrimas exudadas por nuestro cuerpo se tratase. La tensión se sigue palpando desde que se desató la alerta hace una semana exacta, el tiempo aqui es invariable y pasa normalmente al mismo ritmo, pero casi podria decir que ha sido solo un segundo o toda una eternidad la que llevamos aqui parapetados a la espera de lo que el destino, el sino de nuestra existencia, el trazo malvado del creador o, simplemente, aquello para lo que servimos, entre por esa puerta, presente pelea y nosotros le respondamos con la misma moneda.

Numerosos Galsias y Donovans se revuelven inquietos en sus asientos, algunos patinan por el parquet y dejan en el suelo el rastro de su malestar y su nerviosismo, algunos Signals se han agrupado en una de las esquinas del local e intentan charlar para aliviar la tensión que les atenaza cada uno de los pixeles con los que han sido creados.  

Elektra, una de las habituales por estos lares, se sentó al piano y tararea una agradable canción que, en un principio no suscita ninguna de nuestras atenciones pero, por otro lado, según el ritmo de sus manos se acelera y el volumen de su voz se hace audible por encima de la música ambiental que nos martillea con sus chiptunes y sus instrumentos digitalizados, el resto del pequeño escuadrón que aqui nos hemos juntado empezamos a girarnos al unísono y tararear lo que Elektra canta.

Y aunque suene ridículo, aunque suene fuera de lugar y de onda, como si aquella calma y aquella tonada antes de la tempestad estuviese fuera de toda lógica y comprensión, aquello nos impulsó e infundó de nuevos ánimos que teniamos casi desaparecidos después de tanta espera e incertidumbre.

Mas tarde conocimos el nombre y el artista original de aquella canción, proviniente del mundo real como todo lo bueno y lo malo que nos acontece, mientras desaparezco entre terribles aullidos y mi visión se nubla ante los pies de los B.S.A.M! (con exclamación como dictan las leyes), recuerdo ese momento donde todos cantabamos Who is gonna save the world tonight de Swedish House Mafia: el último recuerdo feliz de una existencia que, una vez mas, se apaga.

jueves, 18 de agosto de 2011

To arms my fellows Galsias. La batalla se acerca


Un repentino escalofrio recorrió mi bidimensional cuerpo sin haberlo esperado, una fuerte sacudida me revolvió cada uno de mis píxeles e hizo de ellos fosfatina. Era el preludio de lo que la llamada telefónica que iba a tener lugar me iba a traer.

Como siempre en estas semanas, y en este ciclo de noche eterna que me envuelve, me encontraba en mi Bar, tranquilamente contemplando todos los recovecos que una y mil veces me han acompañado, todas esas cosas y esos matices que me persiguen y me acosan a su manera, todo aquello que me acompaña como si fuese mi destino en formato físico. Veo las mesas, y las sillas correctamente ordenadas a su alrededor, los tesoros y objetos escondidos bajos sus patas. Contemplo las cristaleras y sus 256 apagados colores dan vida a mis blanquecinas retinas, contemplo el pulido parqué y el polvo acumulado durante tanto tiempo que soy in capaz de recordar. Incluso el piano y la gramola que dan el toque musical a todo este tugurio se encuentran dormitando mecidos por el sonido y el ajetreo exteriores. Y, como canción de cuna, el repiqueteo de mis zapatos contra el suelo fustigados por ese vespertino estertor que fulguró mi cuerpo.

El sonido del teléfono rompió la magia, desgarró la calma mortecina del lugar en todas aquellas horas que parecian no pasar y quebró la paz y el sosiego propios antes de la tempestad.

jueves, 11 de agosto de 2011

La que se avecina


El mundo está cambiando, lo noto en las personas que transitan impedidas por fuerzas que superan su comprensión y recorren cada dia un camino predeterminado que escapa a toda explicación y toda explicación. Lo noto en el parpadeo de las luces de la calle, en las impertérritas y perpetuas sombras que nos acompañan, en los hieráticos entornos de mis escenarios, en el frio perpetuo de la lluvia al caer sobre mi bronceada piel en el patio trasero. Como bien pronosticaba dias atrás, algo ocurrirá y no sé porqué me da tanto miedo y estoy tan inquieto.

Siempre se dice que los seres humanos son reacios a los cambios, porqué lo que pueda avecinarse provoca en mi estas sensaciones que nunca antes habia experimentado y que tanto se asemeja a lo que algunos llaman "terror"?

Todo esto me asaltaba mientras, como cada dia, me dirigia al Bar de Barbón. A darle de nuevo la vida que el mismo se habia buscado, el aliento para que su respiración no cesase y asi poder servir a los escuetos clientes que llegaban a visitarlo con lo mejor de mis cosechas personales y las especias mas raras que pudiesen encontrarse a 1000 píxeles a la redonda.

Pero hoy no era un dia como otro cualquiera, todas estas sensaciones que me asediaban como un asesino sanguinario me tenian intranquilo desde hace ya muchos mas dias de lo que puedo recordar, no sé si fue por la extraña visita de algún personaje harto sospechoso o simplemente la ausencia de novedades en la rutinaria tasca me habian auto-convencido de que algo iba a pasar, aunque como todo en esta vida como en la otra, el azar es una pelota pinchuda que no sabes en que momento te va a saltar en la cara y ensartarte con todas sus púas llenas de acontecimientos que no podrás evitar.

Asi que me puse en contacto con uno de mis informadores nada mas llegar a la escasamente iluminada taberna, cogí el teléfono, marque los números correspondientes y una voz digitalizada (que en aquella época se llevaban mucho) me contestó al otro lado del aparato. Fui escueto y conciso, algo incluso extraño para mi, queria que se informase, que buscase todo lo necesario a lo que habia estado aconteciendo en este micro universo desde nuestra desaparición y , casi podriamos decir, que nuestra huida. Que busque los últimos avistamientos de los B.S.A.M!! (que viéndolo asi, tienen nombre de grupo rock de la actualidad), que camine pegado a sus culos y persiga hasta el fin de sus dias, que redacte todo lo visto, todos los comportamientos, las conversaciones entre ellos y sus últimas incursiones. Sobretodo eso último, no sé porque el Bar de Barbón pasó de ser uno de sus objetivos prioritarios a desaparecer del mapa como todo signo de vida después de una pandemia zombie.

Colgué el teléfono y quedé a la espera de cualquier noticia, ya fuese buena o mala que mi contacto pudiese traerme. Estaba tan nervioso, uno de esos nuevos sentimientos que alguien sin escrúpulos habia implantado en mi, que debia hacer todo lo posible por distraerme, asi que mientras espero a aquellos que iluminan este pub con su propia luz y su propia música, yo os contaré que es lo que se avecina...videojueguilmente hablando, claro (los que esperaban una entrada sobre la continuación de la gran serie Aqui no hay quien viva, pueden ir ya abandonado el local. Gracias por su visita y los espero pronto de vuelta).

jueves, 4 de agosto de 2011

I´ve covered wars, zombie wars. Dead Rising


A la espera que los clientes llegasen, que la vida corriese de nuevo por estas tierras digitales, ya estaba yo dispuesto a comenzar con mis tareas. Aquellas extrañas sensaciones no se habian disipado por completo, continuaban adheridas en alguna parte de mi cabeza o mi subconsciente virtual y no dejaban de atormentarme como pesadillas recurrentes de las que no podia escapar. Sabia que dentro de poco algo iba a pasar, y lo peor del caso, es que ese "algo" iba a ser malo. Lo veia reflejado en la cara mis antiguos clientes, de los de toda la vida que incluso después de este gran momento de pausa y desaparición, volvieron de nuevo para disfrutar de lo que tanto yo como el Bar de Barbón podiamos ofrecerles.

Vi incluso esa angustia en las caras de las nuevas personas que se sentaban encorvadas delante de la barra mientras la música de la gramola les acunaba como dos grandes negros con abánicos a alguna fémina en sus mas ardientes sueños. Incluso habia caras en si, sobretodo de los bienvenidos, que eran el vivo símbolo de que los engranajes que giraban y daban su existencia a este lugar, comenzarian a chirriar muy pronto.

Yo, si tuviese constancia de todas las veces que he vivido y revivido, de todas las veces que he sido derrotado y he vuelto a este mismo sitio, con mis mismas técnicas y mi par de barras de vida, la de veces que he vuelto a luchar en una batalla que no sabia que iba a ganar, tal vez, y solo en ese caso, si hubiese reconocido todas las veces que ya habia fallado...entonces hubiese echado a correr en una animación que aún tendrian que desarrollar para dotar a mis piernas de la velocidad y el deslizamiento por el escenario necesarios para huir. Pero no lo hacia, continuaria al pie del cañón hasta que todo ocurriese como estaba decidido y cometeria los errores que cometi en mi pasado una y otra vez, seguramente de igual manera que lo hace mi yo en el mundo que tanto se aleja de esta bidimensionalidad.

Estuve recaptando las propinas que mis clientes habian dejado, alegrándome por la generosidad de muchos y hasta de sus sabios consejos de los cual tomo mucha nota. Me hablaron sobre una gran saga, muy vecina en el futuro, llamada Dead Rising. Y aunque no compartamos la misma linea temporal, si que creo que puedo hablar perfectamente sobre ella, pues como este bar, como alguno de sus clientes, trata sobre cosas que han vuelto a la vida después de que se las creia muertas.

martes, 2 de agosto de 2011

Far Cry 2: Un grito lejano, una agonia cercana






Incluso a este lado de la barra puedo olisquear el ambiente como si de nariz dispusiese, como si notase el aroma enrarecido que flota como aceite en agua, noto en cada uno de mis píxeles como algo se está cociendo, como si la cocina del Apocalipsis estuviese preparando su primer entrante y el mismisimo Diablo estuviese con su cuchara esperando a metérnosla en la boca sin habernos percatado. La atmósfera era intranquila, aún estando solo lo notaba, algo empezaba a no marchar bien o algo habia que comenzaba a fallar de nuevo. Ya no eran las ganas de volver a revivir este lugar que tanto tiempo habia estado silenciado, sino que las amenazas que se cernian sobre él, en este virtual mundo, vuelven a pulular como buitres sobre un cadáver desmadejado de algún pobre animal.

Para poder quitarme ese malestar de encima, como si el programador que nos hubiese dado vida le hubiese dado por trastear de nuevo con nuestro código fuente y añadir unas cuantas lineas mas para meternos esta extraña sensación, intenté pensar en cosas diferentes, en catapultar mi mente hacia otros lugares y otras experiencias que no sé si calificar como placenteras. Fogonazos de recuerdos me llegan del último juego que tuve la oportunidad de catar, del último título que ocupó su sitio en mi estanteria y del cual hoy os quiero hablar. Y aunque el dejar de pensar no elimina la amenaza, almenos ayuda a paliarla y asi comenzaremos hoy comentando Far Cry 2.


sábado, 30 de julio de 2011

Un mundo loco, a mad world


"Otro dia jodido? Otro dia lloviendo? Como narices puede estar pasando en pleno verano?"- recuerdo que vociferé mientras contemplaba las imágenes del mundo real desde una destartalada tele que se encuentra en uno de los numerosos rincones oscuros del Bar de Barbón, como escondidos recuerdos dolorosos en un alma humana.

Siempre he dicho que el tiempo en este virtual mundo es algo ilusorio, algo a voluntad de aquel que me dio la vida, o la digital existencia como cada uno quiera llamarlo. Llueve esporádicamente, la noche es casi eterna y los rayos del sol parecen mas escasos que las mentes sanas en este mundo enfermizo.

Tenemos playas donde las precipitaciones son intermitentes, tenemos islas donde el astro rey las baña con su luz los 365 dias que tiene el año,y edificios y locales que iluminan con sus letreros florescentes la noche en una amalgama de colores en todas y cada una de las horas del dia. Lo que jamas habia pensado que algo de semejante estilo estuviese pasando en aquello que llaman el mundo real, como el tiempo cambia, al igual que las personas y los animales que lo habitan durante todas las etapas de su vida, como el planeta donde viven empieza a dirigirse inexorablemente ante un destino nada halagüeño.

jueves, 28 de julio de 2011

Press Start Button...again


Ha pasado un año y unos cuantos meses desde que me aventuré por última vez hacia el Bar de Barbón, hace ya DEMASIADO tiempo que escuche los goznes de sus puertas retumbar en el silencio de sus interiores y el polvo caer a plomo sobre sus suelos y sus solitarias estancias.

Mucho ha pasado y muchos recuerdos han ocurrido desde la última vez que puse mis pixeladas botas en sus dominios, desde el último suspiro de su gramola y sus canciones frikenses, desde que su iluminación renqueante y las luces de la ciudad me acompañasen una vez mas hacia ese lugar que poco a poco iba cayendo en la oscuridad, en el olvido, en el deje y en una caida que solo podia encaminar a un Game Over sin salvación posible.

Creo recordar que en la I.A que me dirige, en esos primitivos impulsos que rigen mi digital vida, en lo que guia mis pasos, en lo que origina mis tongueos, en lo que da pie a mis movimientos y lo que da directrices a mis acciones, grabaron que cualquier tiempo pasado fue mejor, o peor, ahora ya no puedo recordarlo. Lo que si sé, es que vuelvo a moverme de nuevo por esta ciudad sin nombre, que los grandes rascacielos vuelven a acompañarme en mi paseo, que el inexistente viento me azota con su recuerdo, que los inexistentes paseantes de estos bidimensionales planos se cruzan conmigo sin ni siquiera devolverme la mirada, que vuelvo a intuir lo que es respirar, vuelvo a sentir en mi esos dos frames de animación que hacen que mi voluptuoso pecho suba y baje de nuevo, y vuelvo a sentirme vivo en este universo que se limita por la pantalla que todos y cada uno de vosotros podeis tocar con la palma de vuestras manos, seáis de donde seáis, viváis donde viváis, de la condición que seáis y a la hora que sea.

Vuelvo una vez a recorrer estas calles de la furia, conociendo mi destino una vez mas, una frase en mi script, que dirige mis pasos hacia un único lugar que lleva cerrado desde hace mucho tiempo y que dentro de poco volverá a abrir sus puertas. Y ese no puede ser otro que mi bar: El Bar de Barbón.