jueves, 18 de agosto de 2011

To arms my fellows Galsias. La batalla se acerca


Un repentino escalofrio recorrió mi bidimensional cuerpo sin haberlo esperado, una fuerte sacudida me revolvió cada uno de mis píxeles e hizo de ellos fosfatina. Era el preludio de lo que la llamada telefónica que iba a tener lugar me iba a traer.

Como siempre en estas semanas, y en este ciclo de noche eterna que me envuelve, me encontraba en mi Bar, tranquilamente contemplando todos los recovecos que una y mil veces me han acompañado, todas esas cosas y esos matices que me persiguen y me acosan a su manera, todo aquello que me acompaña como si fuese mi destino en formato físico. Veo las mesas, y las sillas correctamente ordenadas a su alrededor, los tesoros y objetos escondidos bajos sus patas. Contemplo las cristaleras y sus 256 apagados colores dan vida a mis blanquecinas retinas, contemplo el pulido parqué y el polvo acumulado durante tanto tiempo que soy in capaz de recordar. Incluso el piano y la gramola que dan el toque musical a todo este tugurio se encuentran dormitando mecidos por el sonido y el ajetreo exteriores. Y, como canción de cuna, el repiqueteo de mis zapatos contra el suelo fustigados por ese vespertino estertor que fulguró mi cuerpo.

El sonido del teléfono rompió la magia, desgarró la calma mortecina del lugar en todas aquellas horas que parecian no pasar y quebró la paz y el sosiego propios antes de la tempestad.

Rápidamente cogi el aparato y la voz de mi contacto no tardó en hacerse oir. Su mensaje fue claro y contundente, como un súplex de Max a uno de nuestros pobres Galsias, como una presa de Blaze a uno de nuestros Donovans: un mazazo en toda regla.

"Los B.S.A.M!! (mis temibles temibles enemigos, por eso se escriben con exclamaciones) se acercan al lugar y su llegada es inminente". Después de aquello que estuvo a punto de noquearme, la estática del teléfono y el terror fueron mis únicos acompañantes en aquellos segundos que, como todo en esta cárcel particular, parecian transcurrir eternos.

Todo parecía andar ralentizado mientras miles de pensamientos que se reproducian exponencialmente y asaltaban mi I.A primitiva, explotaban en mi cabeza. Mientras pensaba que era lo que iba a hacer, a quien llamar, a quien dirigirme, si huir o ofrecer resistencia, si armarnos hasta los dientes o simplemente ofrecer valor como ofensiva, si desaparecer en la niebla de la mañana o mostrarnos frente a frente al enemigo, si caer derrotados una vez mas o pensar en una victoria improbable que podria tener lugar y un sinfin mas de posibilidades. El exterior, o aquello que mis ojos miraban, se veia ralentizado, como si el procesador que nos da vida a todos se hubiese sobrecargado, como si el motor que nos ha criado y hecho actuar se hubiese sobrecalentado debido a una gestión masiva de datos provinientes del exterior o fuertes temperaturas de aquello que llaman la realidad.

No sabía lo que ocurría, pero una cosa era segura, en los momentos en que tu muerte se aproxima y el último grito de horror fluye por tu garganta antes de tocar el suelo y desaparecer, ves pasar toda tu existencia en un segundo. Es eso lo que me está pasando? O simplemente una estratagema del propio sistema para darle la vuelta a la tortilla y preparar las cartas aprovechando el tiempo y la ausencia de los B.S.A.M! por estos lugares y la probable inexperiencia de sus miembros una vez, nuevamente, en territorio enemigo?.

Fuese lo que fuese, no tenia tiempo para siquiera comentar otras cosas, no tenia tiempo para lo que era mas importante para mi: mis clientes. Que excusa iba a darles? Porqué cancelar mis servicios y no poder satisfacer sus gaznates con una de mis sabrosas mezclas? Porqué no acariciar su alma una semana mas y compartir con ellos las penas y las alegrias, el frikismo y el inconformismo, la tristeza y el pesar, la muerte y la vida y todo aquello que mis programadores me dotaron y me dieron la oportunidad de compartir. " Porqué no intentar pedirles ayuda?"-" A mis clientes? Estás loco? "
Aquello parecia una paupérrima interpretación de Gollum del Señor de los Anillos, solo que yo no era un bicho feo y desquiciado, sino un tio impresionante con biceps y pectorales que quitan el aliento y casi imposibles de imitar en la realidad. Yo no era un "algo" que luchaba contr si mismo por un simple anillo mágico o una bolsita de dinero que se esconde debajo de una de mis mesas. NO, yo soy un alguien virtual, una entidad que se mueve y rige por códigos y scripts que sobrepasan mi propia comprensión, pero que quiere vivir y luchar por lo que le inculcaron que era justo. No hay espacio en este cartucho ni en este mundo para la duda y, después de estos momentos en que incluso las luces del exterior parecieron pausarse por décimas de segundo, he decidido que voy a luchar.

No sé como lo haré, ni de cuanto tiempo dispongo, mi informador no ha sido muy conciso con su noticia pero si lo suficiente conciso para que me de cuenta de lo urgente que es ponerse en marcha. Tendré que mover hilos, hacer llamadas, entrenarme en mi patio exterior hasta que perladas gotas de sudor se mezclen con la lluvia inacabable que fluye en ese espacio que será mi último bastión de resistencia una vez me vea obligado a llegar. Tengo que ponerme enseguida en movimiento, no hay tiempo que perder, tal vez sean varios dias lo que tengo de límite o tal vez una semana, pero no voy a ponerselo fácil.

Lucharemos hasta el final por aquello que nos ha sido programado obedecer, pondremos en buen uso nuestras limitadas técnicas, apuraremos nuestras amarillentas barras de vida hasta que se tornen rojas, gritaremos con rabia al rebotar contra el suelo y cada segundo en que nuestros enemigos nos den las espaldas, será un intervalo precioso para patinar por estos tablones y alcanzarle cuanto menos los esperen. Lucharemos como si esta fuese nuestra batalla final, bueno, la verdad es que siempre lo es. Lucharemos como si los de B.S.A.M! viniesen a arrebatarnos todo, aunque cuando lo pienso friamente y mi I.A no sabe que responderme, sé que es esa la realidad: vienen a quitarnos todo.

1 comentario:

  1. Deberias pedir ayuda a tu hermano Junco. Si! ese que está en el ascensor junto con tus leales galcias, Donovans o signals camino de tu gran señor Mr.X! Quizá un tandem asi pondria las cosas dificiles a los siempre temidos B.S.A.M!

    ResponderEliminar