Japan Weekend + FFXIII+ Bad Company 2

Parece que los lapsos de tiempo entre una y otra actualización se hacen cada vez mas largos, como las zancadas que da una persona con prisa, que comienza con pasos cortos y decisivos y luego comienza a moverse de manera rápida a grandes saltos como si el hecho de correr consiga que su destino llegue antes.

En esta ocasión, nuevamente, la actualización vuelve a ser fruto de uno de esos venazos que me dan después de los tipos de eventos que tienen que ver con el manganime o los videojuegos que se celebran en nuestro pais. Tengo que admitir mi propia debilidad, mi tristeza que siempre vuelve y el recuerdo de tiempos mejores que nunca volveran. Siempre que llego a uno de esos lugares, vuelvo a vivir el ambiente de este tipo de congregaciones no puedo el evitar echar la vista atrás y recordar momentos memorables que quedaron grabados a fuego en mi interior y que dificilmente podré desquitar de mi.

No puedo combatir contra la desazón y el echar de menos lo que antes significaban estas convenciones, la sensación que causaban en mi y el pedir que acabaran lo mas lentamente posible pues ya el mérito no era de las mismas ferias sino de la gente con quien podia compartirlas.

No, no quiero decir que ahora no las disfrute ni mucho menos, pues tengo nuevos compañeros de fatigas con los cuales no puedo dejar de reir y dar gracias a quien tenga que darselas por estar con ellos y que no me hayan dejado de lado por una u otra razón. Cierto es, como lei una vez, que la felicidad es como una ladrona que nos asalta, y no nos damos cuenta de su presencia hasta que ha desaparecido de nuestra vista. Todo se mueve en torno a lo mismo y seguramente muchos no sepan ni de que hable (el señor Haru si que lo sabrá bien) pero poco importa ya, el conocimiento o la ignorancia de lo que estoy diciendo tampoco va a ayudar a que vuelva.

Cuando terminó este Tercer Japan Weekend volvieron mis venazos, el querer entrar de nuevo en algún foro (aunque luego escriba tres mensajes y me eche las manos a la cabeza por leer según que estupideces), el escribir nuevamente por estos sitios desquitándome todo este peso que siempre me cargo cuando acaban este tipo de ferias y el hecho de intentar en vano recuperar el tiempo perdido que se filtro por un reloj de arena que no va a volver a girar en mi favor.

Todo tiene una razón, y fue en un foro donde conoci a las personas mas importantes y la persona mas importante en mayúsculas de mi vida. En un foro fue donde comencé a forjar nuevas amistades que algunas aún perduran y otras, han florecido nuevas gracias a ellos. El querer volver a entablar una relación con la comunidad otaku tan dispar y volver a conocer a mas personajes con los que interactuar e intercambiar opiniones como antaño aunque, nuevamente, no se puede calcar el pasado y volver a cometer los mismos errores.

Aunque, en mi propia debilidad, me gustaria poder volver a disfrutar de lo disfrutado aún sabiendo que acabaria de la peor manera posible.

Yo era la primera vez que iba a un Japan Weekend de estos, y basicamente no sabia lo que podia encontrarme alli y mis acompañantes tampoco. La verdad que la sensación que nos dio cuando entramos es que aquello era una especie de "mini salón del manga", con sus puestecitos colocados por todo el recinto con un montón de material a precios desorbitados y tiendas que te preguntas que hacen ahi y que tienen que ver con el mundo del manganime o el videojuego.

También estaba el escenario donde pudimos ver a los incansables practicantes de ParaPara hacer de las suyas. Me imagino que este tipo de baile debe de tener un gran éxito en Japón pues ha dado fuerte en todos aquellos que siguen la filosofia japonesa como la suya propia y entrenan duramente coreografias que podrian salir de las mas selectas discotecas y bares de gogos de Ibiza en mi humilde opinión.

Otro de los clásicos fue el desorbitado número de gente que se congregó en un evento que no deberia ser tan "importante" pero al ver la cola y la cantidad de personal que se encontraba en el recinto, uno solo puede decir que el panorama del manganime es algo que esta pegando muy fuerte en España y que cada dia son mas aquellos interesados en este tipo de congregaciones y como el poder del boca a boca a hecho lo que en un principio parecia una pequeña feria, en un anticipio del Salón del Manga barcelones que se celebra a finales de Octubre cada año.

Los cosplays también asomaron ante nuestros ojos, con mayor o menor acierto también habia personas que se habian aventurado al hecho de disfrazarse de sus personajes favoritos. La verdad que esa es una de las mejores maneras de disfrutar de un evento de estos, el hecho de poder disfrazarse, disfrutar de la gente que quiera hacerte fotos, conectar con gente de gustos sencillos y dejar de lado por una vez todo lo trivial y dejar que el frikismo te inunde las venas y mueva tus articulaciones por su propia voluntad.

Lo que si que ya es algo que cansa un poco, almenos es mi humilde opinión, son la gente con sus cartelitos "regala abrazos". Y es que en un principio lo que parecia una moda ha resultado en un continuo SPAM de gente con estos cartelitos, y ya no regalando abrazos sino casi cualquier cosa que puedas imaginarte.

Vale, es cierto, el otaku medio esta necesitado de contacto humano ( y mayoritariamente femenino)...yo también lo estoy, pero coñe, no cojo mi libreta de mates del instituto y escribo en ella si alguien quiere un estrujamiento gratis sin mas fin que ese. Pero bueno, si la cosa tiene éxito (tendré que informarme, tal vez tendré que currarmelo yo también en una medida desesperada que acabe con el poco orgullo que habita en mi interior XD).

Aunque, en resumidas cuentas, el orgullo no vale para nada salvo para tenerlo.

Y lo que también me gustaria recalcar es que este Japan Weekend ha sido un aluvión informativo sobre un título polémico que ha salido hace poco en el mercado del videojuego: Final Fantasy XIII. Y es que esta feria estaba plagada de televisiones con Xbox 360 conectadas a ellas y el último FF de Square en cada una de las pantallas.

Y es que la última entrega de la saga referente en JRPG en este pais ha dado mucho que hablar y seguramente seguirá haciendolo porque dificilmente se podrá resumir en una sola frase las opiniones dispares de la gente que ha podido jugar a este juego, la gente que lo ha visto por internet, la gente ni siquiera lo ha visto pero critica igual, aquellos ciegos que se dejan llevar por las opiniones de revistas que deberian ser usadas para calentar las chimeneas de aquellos sin luz por la última nevada y aquellos que, sin conocimiento, hablan por hablar.

Y es que yo siempre he sido de esas personas que si bien se informa y lee lo que otros escriben, nunca se deja llevar por las corrientes ni las modas que otros dictan.

Para mi este Final Fantasy XIII ha sido una experiencia completamente nueva pues mi dedicación a seguir la pista a este juego no ha sido tan exagerada como en otras ocasiones y cuando lo puse en mi malograda 360 no pude estar mas contento por la adquisición que hice y por hacer oidos sordos de aquellos que despotricaron a este juego desde sus acomodadas casas ( y algo parecido le pasó a The Last Remnant, otro gran título que fue brutalmente golpeado por la crítica y todo su séquito de zombies sin opinión propia).

Y es que este juego por un lado hay gente que lo aprecia y realmente le gusta, donde yo me encuentro, y luego hay otros que simplemente no pueden soportarlo. Algo parecido pasó con Final Fantasy XII, donde yo me encuentro en el bando que lo desprecia (triste y lamentable el comprar el juego y venderlo un par de semanas después en una maniobra estupida para mi bolsillo) y luego hay otra gente que lo encumbra como el mejor Final Fantasy que ha parido la madre Square Enix.

Final Fantasy XIII no es el RPG perfecto ni mucho menos, yo lo califiqué como un "Streets of rage RPG" (almenos las 25 primeras horas de juego) donde te ponen al pie de una pantalla en la que solo tienes que avanzar, hay objetos que puedes recoger y enemigos que puedes derrotar en cantidades industriales. No hay lugares de exploración, ni interación con NPCs, nada que saque al grupo protagonista de su aventura lineal en pos de matar mas monstruos, conseguir mas objetos y proseguir una historia que empieza floja pero que poco a poco se desata como algo tremendamente interesante y que engancha a cualquiera que haya estado siguiendola desde el principio.

Si que la libertad de acción esta mas limitada que el número de jugadores que pueden tomar parte en el juego (uno solo, no como los kanis que habia en el Japan Weekend que jugaban a dobles en las batallas de FFXIII producíendome gran verguenza ajena) y que hace falta algo de contacto humano con otros personajes y unas pausas entre mazmorra y mazmorra para poder descansar y explorar con tranquilidad los bellos parajes de este juego, pero no, esas cosas no existen.

Aqui empiezas tu pantalla, te mueves al ritmo de un invisible GOGOGOGO!!, matas y vuelves a matar, recoges tus botines y continuas hasta el boss en cuestión. Repetir proceso hasta acabar las 25 primeras horas, después de eso....comienza el juego de verdad.

La historia si que realmente me está gustando mucho (pues no he finalizado el juego y no puedo hablar en su totalidad) y es puro y duro drama. Si querian demostrar la humanidad de los personajes y hacerlos llorar por el destino al que estan condenados, desde luego han dado en el clavo. Incluso pueden hacer que las lágrimas afloren en un jugador muy inmerso en el videojuego, pues alguna de las cutscenes que aparecen la aventura duelen realmente en el alma.

Los personajes son de lo mas curioso, pues comienzan siendo completamente planos hasta que por circunstancias que todos los que vayan a jugar ya verán, acaban tornándose mejores y carismáticos según la historia avanza. Por ahora me encanta Sazh y lo seguiria Lightning, aunque el resto de elenco de personajes no desmerece en absoluto.

Y la dificultad que tal? Pues otro tema que yo me tuve que morder la lengua pues en un principio creia que este juego solo se limitaba a botonear el A (cosa a la que estoy mas que acostumbrado ya y mi dedo gamer bien lo sabe) y pasar combates con alegria mientras la historia se desarrollaba....hasta que llegas a tu primer combate contra un eidolon y el juego te da unos golpecitos en la espalda diciéndote: "has visto esto? Pues a partir de ahora si quieres continuar, te lo vas a tener que currar".

Podria hablar largo y tendido sobre lo que he experimentado pero esto pareceria como un intento por mi parte de convencer a los clientes del Bar de Barbón sobre mi propia opinión y visión del juego.

Pero no, para nada, lo que deben hacer es probarlos por ellos mismos y dictar a consecuencia su propia critica y opinión sobre esta peculiar entrega. No puedo gritar a los cuatro vientos lo bueno que me pueda parecer este juego, pues es una opinión como otra cualquiera y tiene el mismo piso que la de cualquier anónimo que pise las agrietadas baldosas de este peculiar local.

Aquellos que tengais la ocasión de comprarlo y probarlo, adelante, sois libres de disfrutar con el o lanzármelo a la cara si algún dia coincidís conmigo en esta ciudad sin nombre en la que los grandes rascacielos alumbran el cielo con sus vivas luces, que adornan la ciudad como si fuesen estrellas del firmamento que acompañan a sus habitantes a cada uno de sus destinos.

Otro pelotazo que salió hace relativamente poco y al que le tenia muchas ganas era a Battlefield Bad Company 2 (ainsss, hasta lo tuve que comparar con una mujer en Facebook, y luego...como la mayoria de ellas, me ha defraudado de una manera que no me esperaba).

Y es que este juego si que , por ahora, me está dejando bastante frio. Han habido cambios muy drásticos con respecto a su primera parte y algunas cosas están muy bien y otras me parece una soberana pifia.

En esta ocasión soy yo la que esta contra el mundo, pues he visto puntuaciones de usuarios que pasan del 9,9 al 10 en una escala de 10 y yo no puedo jugar a este juego y recordarme cada vez que mi soldado besa el suelo de manera inesperada como de desequilibrado es el juego online en esta ocasión.

Creo que ni siquiera el primer Bad Company con todos sus glitches y tongos que han ido apareciendo en los años de vida del juego pueden hacer la experiencia jugable tan poco gratificante y descompensada como lo es en esta segunda parte.

Partidas atestadas de esos infectos francotiradores que, como un virus, van inundando cada una de las partidas a las que he tenido ocasión de jugar. Si no tuvieses suficiente con eso, van acompañados de la segunda clase mas jugada, que son los Médicos, provistos con ametralladoras que con su simple sonido ya te hacen morir y yacer en un charco de tu propia sangre.

La verdad que son quejas y quejas, y es que lo que mas me duele el cero tiempo de reacción que tienes cuando alguien comienza a dispararte, como ni siquiera puedes esconderte o huir o buscar cobertura. Si alguien te escupe, da por hecho que tu soldado va a morir. Si alguien te dispara por la espalda, da por hecho que antes que te preguntes de donde viene el fuego enemigo, vas a ver la pantalla en rojo, tu soldado en el suelo, y luego una cámara señalando a un jugador enemigo disfrazado de francotirador, recargando su rifle, sin moverse de su sitio mientras busca a la siguiente víctima.

Los vehículos parecen hechos de plastilina, no sé que seguridad me da un tanque pesado recubierto de placas de a saber que material, cuando una simple lluvia de morteros llamada por uno de los numerosos francotiradores es capaz de reducirlo a cenizas? Es insólito, pero seguramente todo este largo y numeroso RANT se me haga mas llevadero cuando me toque levear y manejar a uno de los francotiradores de este juego y me una a las filas de los innumerables jugadores que se traen su tienda de campaña, su bocata, sus patatas fritas y toman asiento en uno de los setos a la espera de que alguien pase por delante suyo.

Que grande es la libertad que nos dan los juegos y luego nos limitamos a utilizar unos infimos recursos de entre todo el abánico que nos brindan los programadores.

Algunos se quejan de la linealidad de sus juegos y luego, cuando se les dota de la libertad de elegir su camino, sus acciones y la finalidad de sus objetivos también se quejan.

La vida esta llena de ironia y hay que aprender a reirse de ella.