jueves, 5 de julio de 2012

Apatía


Me da igual. Después de tanto tiempo, jamas pensé en volver a ese lugar, en aquel agujero negro que me absorbía y me atrapaba sin posibilidad de escapatoria. Eso fue lo que pensaba, pero de nuevo volvía a andar las calles como muchas otras veces lo había hecho, los coloridos escaparates me miraban de nuevo, sus luces volvían a iluminarme con sus tonos multicolor, las farolas alumbraban mi recorrido como silenciosos y largos acompañantes en una noche sin luna.

El silencio como guia, cogida fuertemente mi mano iba la soledad y, mientras a mi alrededor, todo se volvía oscuro. Las estrellas se apagaban, las luces titilaban como luciérnagas en un pantano, y todo lo que me rodeaba perdía su color y su vida virtual. No me importaba, seguía mi camino como un dia cualquiera, sin parpadear, sin cambiar ni mi ritmo ni mi paso, andando como si fuese el principio de mis dias o el final de mi existencia, hierática mi cara como otra infinidad de veces y firme, al igual que yo, el scroll que iba avanzando a la par de mi persona.

En la cercanía, una vez cruzada la calle y llegado al callejón que desembocaba en el Bar de Barbón, una melodia a piano quebró toda la escena, una tonada lenta y triste que cruzaba a la velocidad del rayo todo mi ser acompañando los últimos momentos hasta la entrada del antro habitual. Seguramente Electra había llegado antes que yo, cosa que jamas había hecho antes, había abierto el bar y se había sentado en su lugar habitual como en otra multitud de ocasiones. Podría morirse allí mismo si pudiese, podría explotarle el piano en la cara, ¿que más me daba? Hoy no tenia ganas de inmiscuirme en una existencia que no podía controlar y contra la que no podía hacer frente.


Crucé el portal y entré de la misma manera que había venido caminando, no aminoré mi paso, ni siquiera crucé la mirada con la persona de extraña puntualidad de aquel dia. Todo seguía como muchas otras veces, apagadas las luces, salvo algunas que iluminaban tenuemente algunos lugares esenciales del local. Me senté en una de aquellas sillas libres que habían sido testigo de tantas cosas durante todos estos años que si tuvieran la capacidad de escribir hubiesen sido capaces de llenar libros enteros que poder vender y tener una vida mas digna que la de aguantar culos ajenos. Lamentablemente, para ellas, tampoco está en su poder el luchar contra su destino, y con gesto abatido no les queda mas remedio que seguir así, como también le ocurre al que escribe.

Al sentarme, cogí con una mano una copa llena a rebosar que había en la barra, con la otra...agarré toda mi alegría, toda mi tristeza, toda mi esperanza, mi desesperación, mis recuerdos y los apreté hasta que convertí mi mano en un puño que se cerró con fuerza sobre ellos. Después de eso golpee el tablón de madera con furia, o lo que quedase de ella, despidiendo a los cuatro vientos aquello que llevaba tanto tiempo encerrado y que no era mas que un lastre que me ralentizaba y me agotaba sin ayudarme en absoluto.

Jamas entendí mi situación hasta hace poco tiempo, me di cuenta que me encontraba en una lucha que me era imposible de ganar. No podía , no estaba escrito ni destinado que yo saliese victorioso, el destino y mi existencia estaban en mi contra y ellos eran mucho mas poderosos de lo que yo podía imaginar. Era como salir a caballo armado con una lanza de madera, y mi esperanza como escudo ,a batallar contra un escuadrón de marines de los EEUU.

Una cruenta batalla en la que era imposible salir victorioso, salvo que la esperanza y la fuerza de voluntad fueran capaces de parar las balas. Cosa que puedo demostrar que no hacen.

Siento como si siempre hubiese sido el malo de la película, el villano del videojuego, el enemigo al que hay que derrotar tan sumamente solo en su cima, solo acompañado por unos discípulos que luchan a su lado pero que no comprenden a lo que se enfrentan ni por lo que luchan. Una extraña presencia en un mundo cuadriculado y donde todo lo que tiene éxito y posibilidad de avanzar no es mas que un calco. ¿Tengo que dejar de lado lo que soy y acabar siendo uno más de ellos? ¿Debo de dejar de luchar y rendirme para convertirme en algo que pueda luchar por algo mas que la derrota? Me acobardaba el simple hecho de pensarlo, corrijo...me empezaba a dar lo mismo.

Cada dia que pasa me iba dando mas cuenta de lo injusto de todo, ¿ porqué todos los planes salen mal ? ¿Porqué los esfuerzos solo se ven compensados con gritos desgarradores? ¿Porqué los que han sido bendecidos con la gracia de El Creador, ganan todas las escaramuzas y se llevan el honor y la gloria? ¿Porqué tengo que ser el perdedor de todo esto?

A veces, y cada vez más, creo que la vida no es mas que una sucia tramposa que utiliza un mando de control completamente trucado para darme por el culo. Sino,¿porqué todo es así? Sinceramente, el tiempo para las preguntas hace ya mucho que pasó, y pensándolo bien, tampoco ninguna respuesta podría calmar y apaciguar años de derrotas, de tristeza y de lágrimas que aunque no pudieran salir por mi avatar virtual, cavaban huecos en mi alma que se erosionaban cada vez más hasta convertirse en acantilados sin fondo en los que caerse en un dia despistado.

A lo mejor había elegido mal mis acciones, a lo mejor había escogido mal mis caminos y mis compañias, tal vez todo fuera culpa mía y podría batirme en duelo contra mi mismo a ver quien de los dos ganaba. Esa parte racional y optimista que esta tan sumamente reprimida que cualquier dia desaparecerá sin dejar rastro como la calidad de los juegos de Square-Enix, o esa parte irracional y consumida a partes iguales por todo lo que mi propia existencia me había estado haciendo con el paso de los dias y los años.

Sinceramente, ni yo mismo lo sabría, tampoco me importaba.

Mientras agitaba el contenido de la copa con la mano libre y mis oídos seguían mecidos en la melodia a piano de Electra, dos conocidos entraron de golpe por la puerta del Bar.

No me hacia falta mucha luz para conocer quienes eran, Axel y Max habían vuelto a las andadas, y mientras lo gritos de los Galsias y los Donovans formaban ahora mi nueva compañía, ni siquiera moví un músculo mientras se acercaban paso a paso.

Sonreí ligeramente al ver como el destino hacia leña de mi propio árbol caido, incluso creía escuchar a alguien en lo alto reirse de mi desgracia. No sentí odio, ni ira, ni tristeza ni enfado, bebí de un sorbo todo el contenido de mi copita de apatía y cerré los ojos.

En mi interior se volvió a tejer una película que conocía de sobras, la música era lenta y sonaba a trompicones, como si los miembros de la orquesta no se hubiesen puesto de acuerdo. El blanco y negro eran los únicos colores que se apreciaban en la escena, me vi a mi mismo, mirándome de nuevo a un espejo con mirada inexpresiva y una sonrisa burlona en el rostro. Intenté cerrar con mas fuerza los ojos para hacer desaparecer aquella escena y quedar flotando en la nada. ¿Que ocurría fuera? No me importaba. Simple apatía.

" Con el tiempo aprendí a desconectar mis emociones, 
a sentirme vacio y libre de preocupaciones.
Aprendí a no desear, no necesitar, no querer.
A dejar el pensamiento estático.
A hacer las cosas por inercia y a vivir la vida...
en piloto automático "

5 comentarios:

  1. Hacia ya tiempo que no esribias nada, pero jodor que cosas has puesto cachis ¬¬. Espero algo mas positivo la proxima vez q abras el local señorito! Que has hecho salir lágrimas de los ojos a este anonimo, y eso es inaceptable q lo sepas. Igualmente espero invitacion a bebida, pq me he pasado por estos lares para hacer una visita al camarero del local ;). " El blanco y negro eran los únicos colores que se apreciaban en la escena, me vi a mi mismo, mirándome de nuevo a un espejo con mirada inexpresiva y una sonrisa burlona en el rostro. Intenté cerrar con mas fuerza los ojos para hacer desaparecer aquella escena y quedar flotando en la nada. ¿Que ocurría fuera? No me importaba. Simple apatía." Solo cito para decir grrrrrr XD.

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  2. Críptico relato, sin duda, lleno de enigmas, misterios, frases directas y crudas pero a la vez envueltas en un halo de oscuridad, como tocadas por la penumbra. La verdad es que no sé si este relato es simplemente un vuelo de la imaginación o en clave de metáfora muestra a los parroquianos del bar vivencias reales, ocultándose tras palabras que pueden llegar a encerrar más significado del que aparentemente muestran; no obstante, se respira una atmósfera tenebrosa, más negativa que apática, diría yo. Esperemos que si todo este relato misterioso encierra entre bambalinas sucesos no virtuales se trate de algo pasajero, como normalmente son todas las rachas negativas. Y aún a riesgo de contradecir al dueño del local e incluso a mí mismo, cuando mi Harvey Oscuro emerge para tomar control de mi persona y llevarme a los rincones más lúgubres de mi alma, uno no puede dejar arrastrar por la apatía y la negatividad, y a de plantar cara con uñas y dientes a aquello que se presenta en su camino con la simple intención de fastidiar y hundir. Sin embargo, esta lucha es la más difícil, complicada, extenuante y agotadora, pero también la más gratificante cuando se consigue la victoria, y al final uno no deja que la vida lo lleve por donde ella quiere, sino por donde uno elige. El conformismo y la apatía son las opciones fáciles, cómodas, y aunque muchas veces son preferibles a caminos más satisfactorios pero escabrosos, uno ha de decir "basta!" y lanzarse a matar a por lo que desea. Y es que tal y como decían en el epílogo de un cómic de Batman: "A veces la elección más difícil... Es vivir"! Ahí queda eso!! ^^

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  3. Gracias señor Aoyama por tan buen tocho lleno de palabras tocadas por la sabiduria divina, es siempre bien acontecido el leerlas y aprender de ellas ya que encierran gran verdad y aciertan plenamente en sus elucubraciones y suposiciones. Seguramente sea solo una racha, como muchas otras, pero como siempre he dicho (aunque no sé si siempre a la misma persona o en el mismo lugar) soy personaje variopinto y pintoresco lleno de extremos lados, puedo destilar alegria por doquier en un momento y luego hundirme en la tristeza tan solo con un chisclar de dedos. Al igual que puedo hacer llorar a alguien con lo escrito, como pasa con la señorita Anónima de ahi arriba, como puedo hacerlo desternillarse de risa. Asi es el señor Barbón, y ya que pasan en temporadas bajas por este, vuestro local, presto les serviré frescas bebidas para satisfacer vuestro seco gaznate.

    Señorita Anónima, también gracias por sus buenas palabras que siempre son bien recibidas por estos lares (ya que las visitas femeninas son escasas XD), asi pues pida que se le proporcionará, al igual que la deseosa alegria en la próxima abertura del local. A mandar ^_^

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  4. Panete:

    Wow, no tengo muchas más palabras, ya que no es uno de mis fuertes pero...
    A divertirse y a viciarse que eso si que se nos da bien!!

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  5. Oh yeah maese Panete sabe lo que se dice. Puede que la gente luego nos pueda ver como malos pero cada uno es su propio héroe y si no compara con Batman. Uno puede hacer las cosas lo mejor posible pero si hay que llenarse de fango para seguir adelante se hace y ya está, aunque luego nos pueda perjudicar sin poder evitarlo.

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