Japón, sin ton ni son

 La jornada de tranquilidad habia llegado a su fin cuando, por sorpresa, Axel y Max entraron en el bar arrasando todo a su paso. Jack,que hacia poco habia aparecido de forma cordial por el bar y se iba a patrullar por los alrededores emitio uno de sus desgarradores gritos y vi como su cuerpo golpeaba la puerta del local, parpadeaba y luego se esfumaba para siempre como recuerdos bellos en la mente de un anciano.

Después de tan chocante escena, llegaron dos de mis archienemigos a los que tenia mas que conocidos, el rubito con bandana en la cabeza de ojos azules y cuerpo atlético de gimnasio que se caracterizaba por su agilidad y golpes ascendentes desde el suelo y, detrás de él, estaba el armario empotrado conocido como Max que tenia músculos en sitios que ni siquiera conocia que existieran. Eran una dúo mortal de necesidad, y los gritos de dolor y muerte de mis compatriotas que habian comenzado a aglomerarse en el local unas horas atrás, atestiguaban que nuestro aciago destino volvia a por nosotros y de sobra conociamos como iba a acabar todo por mas que intentásemos esforzarnos.

Dimos lo mas de nosotros mismos pero, aún asi, sucumbimos ante el potencial de esta pareja que hacía muchísimo tiempo que no pasaba por aqui. Creía, tonto de mi, que habian dejado de patrullar las calles, que habian marchado lejos tal vez a alguna nueva secuela de Streets of Rage, a algún HD remake de Streets of Rage 2 que se alejara del original o a algún juego crossover que tan de moda se están poniendo. Pero en esta virtual realidad no había sitio para esos deseos ni esas esperanzas, como un torrente de clientes en una tarde de sábado en un centro comercial, asi pasaron Axel y Max por el Bar de Barbón y lo arrasaron todo como si sus cuentas corrientes y sus vidas fueran ello; y bueno, tampoco estamos muy desencaminados si dijesemos que eso es asi.

Allí me encontraba yo, después del dolor, después del visionado de la luz final y la vuelta a la vida venidera. Una vez más, alli estaba plantado, en el escenario de la tragedia, en un nuevo comienzo con un futuro penoso y doloroso final, habia que volver a comenzar todo para que, tiempo después, se volviese a destruir. Nuevo comienzo esperanzador, triste final desgarrador. Asi era el ciclo de lo que podria llamar vida, ¿Porqué algo asi me fue programado, porque mis padres japoneses tejieron una trama tan cruel para mi y los mios?

No pude mas que sentarme en una de las pocas sillas que habian sobrevivido al torbellino humano, pusé lo que llamé con un esbozo de sonrisa como mente en blanco, y me puse a pensar en el pais de mi origen: Japón, y no todo lo que me vino a la cabeza fue bueno.


 Cuna de los videojuegos y el mayor mercado de ese tipo en el mundo, Japón siempre ha sido el pais mas importante a tener en cuenta cuando se trataba de ese tema. Almenos antes era asi, los artistas japoneses tenian un don, eran capaces de crear sorprendentes historias en algunos títulos, en otros simplemente hacia falta una jugabilidad a prueba de bombas para contrastar un argumento simple. Eran capaces de crear brillantes bandas sonoras que ponian los pelos de punta al ser recordadas, que eran silbadas y tarareadas por aquellos afortunados que las habian escuchado y sabian recordar el momento videojueguil donde sonaban. Eran capaces de crear personajes carismáticos, villanos tan poderosos que hasta te apenaba el tener que cargártelos, situaciones épicas y emotivas que urgaban en nuestro interior y sacaban a las afueras nuestros sentimientos mas escondidos, nos hacian brotar lágrimas que aparecian tímidas por nuestros ojos, sonrisas afloraban en nuestros rostros cuando conseguiamos derrotar a algún poderoso enemigo o completar alguno de esos complicados niveles, y hasta la cara mas furiosa que pudieramos mostrar también aparecia, cuando se nos atascaba alguna de las ingentes pruebas que las prodigiosas mentes japonesas nos ponian en nuestro camino.

Lamentablemente, de todo esto tengo que hablar en pasado.

Como dijo el que una vez fue una gran figura en la industria japonesa, Keiji Inafume, creador de mi saga de zombies favorita Dead Rising, pero mas importante aún, el padre de esa criatura azulada llamada Megaman y de esa saga de juegos que tan populares se hicieron en NES y en las siguientes consolas Nintendo y que tantos fans consiguio crear gracias a unos juegos complicados pero gratificantes al mismo tiempo y con músicas, personajes y pantallas que aún perdurarian en nuestros dias si CAPCOM no hubiese decidido, en uno de sus extraños arrebatos actuales, suprimir del mapa casi todo lo que tiene que ver con esta productiva saga.

Pues bien, lo que dijo fue que la industria del videojuego japonés iba a morir, y fue asi de claro y contundente cuando lo dijo...el pobre no sé con qué datos contaba o con qué fuentes o qué ideas tenía en su cabeza, lo que seguramente no se sorprendió lo mas mínimo al ver que estaba acertando dando los pasos que estaban tomando las compañias japonesas mas importantes en estos términos.

Si bien las palabras de Keiji no resonaron demasiado en los oidos de la gente, pues era imposible pensar que una grandisima industria como la japonesa fuese a quedarse sin fuelle, y el comentario pasó sin pena ni gloria. Meses mas tarde Keiji Inafume dejó CAPCOM para crear juegos freelance a su manera y acabó metido nosedonde desarrollando juegos sociales para Facebook y, voy a ser lo mas correcto posible, mierdas similares. El pobre señor Megaman salió de la sartén para meterse directamente en el fuego.

Y no, no nos asustemos ninguno, que no estoy hablando de una crisis que haga desmoronarse a los mas grandes del mercado, sino mas bien en una crisis de ideas, de innovación, de manera de llevar su propio mercado. No sé cuales son las causas que han provocado tal cambio, me imagino que el mundo del ocio digital se mueve a una velocidad vertiginosa y hay que hacer cambios para adaptarse al mercado actual, hay que acentuar unas ideas y mermar otras, hay que suprimir unas cosas para apoyar a otras.

Pero, ¿estamos seguros que lo que se acentua es lo correcto y lo que se suprime también?

Porque, en fin, todo esto se puede extrapolar al mundo del manganime.

¿Qué es lo que está ocurriendo? Se dejaron de hacer series de grandísima calidad como hace unos años (y no seré yo quien ponga ejemplos pues seguro que todos vosotros, clientes del Bar de Barbón, podéis pensar en unos cuantos en un momento) para ofrecernos en la actualidad unas series que parecen sacadas todas de la misma cafetera o de la misma coctelera pues mezclan sin ningún tipo de éxito unos ingredientes ya desfasados y caducados pero que, en el paladar de la mayoria de fans de estas cosas, aún tienen el regustillo que les contenta.

¿De verdad no creeis que los animes de ahora no valen un duro? Bueno vale, los descargamos y tal y no nos cuestan nada, pero ¿de verdad la calidad de las series de ahora tiene algo que ver con lo que habia antes? Vamos, hasta para un novato como yo en estas cosas se puede dar cuenta, y dadas las insulsas novedades que nos trae el mercado pues un servidor, ha dejado de ver anime actual desde hace mucho tiempo (si mal no recuerdo, la última gran serie que vi fue Magical Girl Nanoha y Highschool of the Dead, que aunque puedan tratar en un principio de temas manidos hasta la saciedad, las apariencias engañan y mucho).

Este panorama me recuerda como al musical, solo que en la industria musical mundial, esta lacra ya se lleva arrastrando desde hace ya mas años de los que yo pueda recordar, y es que dejando aparte los éxitos que si que merezcan la pena...el resto es simple y pura morralla que si los tímpanos pudiesen correr, creo que se hubiesen marchado todos a alguna lejana isla donde el sonido de las olas y el sonido de las palmeras al mecerse con la brisa marina pudiese aliviar el sufrimiento al que estuvieron expuestos.

Por eso, ya no me sorprende que mucha gente (yo me incluyo) hayamos comenzado a tirar de viejos éxitos, pero ya no musicales (que la música de hace unos cuantos años patea de manera brutal el culo de estos supuestos artistas de ahora) sino de anime también (la última série antigua que vi fue Ergo Proxi, y sin punto de comparación a la basura animada de ahora) e, incluso en los videojuegos, donde conozco gente que ha comenzado a jugar a los Grandia o los primeros Silent Hill, donde los orígenes y la calidad japonesa destilaban de cada uno de los poros de aquellos Cds para Play Station.

Evidentemente, no todo está perdido, almenos en el panorama videojueguense, queda también la industria americana y europea que sabe muy bien como sacar partido a la tecnologia existente y, si bien, también pueden sacar castañas espectaculares, si echamos un vistazo por el listado de últimos lanzamientos y bombazos en el mundo del ocio electrónico, nos daremos cuenta que el 90% de ellos vienen de fuera de Japón y un paupérrimo 10% viene del pais del sol naciente, cuando hace unos años solia ser todo lo contrario.

Como ejemplo para ilustrar  una de las principales razones de este declive voy a utilizar a Square Enix, es esa compañia que por mi parte reclama en mi una mezcla de odio y amor a partes iguales, por un lado soy un gran fan de sus sagas mas longevas y son propietarios de la saga de videojuegos favoritos de un servidor, y también entre ellos está mi Dios en persona. Pero, por otro lado, les odio...les detesto por lo que están haciendo con los juegos favoritos de muchísima gente, les mataria a todos por como hacen oidos sordos de lo que les piden sus miles de fans, les degollaria por su política de sacar juegos para portátiles y dejar de lado a las consolas de sobremesa, les machacaria por como exprimen sus franquicias sacando juegos de relleno (al igual que en las series de anime mas famosas sacan capítulos de relleno del origen del retrete del protagonista que sale en el primer episodio) y, por último, por esa extraña estrategia de "tenemos que occidentalizar nuestros juegos!!".

A ver, señores japoneses, yo soy una persona sin estudios que jamas ha ido a la universidad, no entiendo ni de finanzas, ni de estrategias comerciales ni mierdoladas en verso como todos ustedes que me imagino que tendrán una formación muy superior a la mia, unos coeficientes intelectuales que se reirán del mio cuando lo miran de soslayo, y unos sueldos mucho mas abultados que los mios pero...¿cómo cojones se pueden ser tan tontos?? Y es la manera mas fina que se me ha ocurrido decirlo.

Si bien no voy a meterme en el meollo de, "¿ Porqué no sacan el remake de Final Fantasy VII si podrian vender millones y reutilizando un juego al que solo tendrian que darle un lavado de cara y punto?", si que voy a darles caña con el hecho de occidentalizar sus juegos. Vamos a ver, entiendo que quieran aproximarse a un mercado en auge como es el americano y el europeo, supongo que el trocito de pastel que se reparte en el continente de los yankis y en el viejo continente debe ser la mar de jugoso y por eso queréis que vuestros juegos nos contenten dándonos ingredientes cotidianos por estos lares pero...señores de Square Enix, ¿no se dan cuenta de que lo que queremos no es lo mismo que tenemos aqui sino que queremos sentir la magia japonesa, las flipadas niponas, los protagonistas imposibles, las protagonistas de abultados senos y voz seductora, las armas irreales, los ropajes que jamas han conocido a un estilista, las historias cuanto mas absurdas mejor, y por supuesto, volver a sentir lo que sentiamos años atrás?. No queremos juegos japoneses que parezcan americanos, queremos juegos japoneses que sean japoneses.

Resumiendo, no quiero que me ofrezcan algo que tenemos aqui, como machotes protagonistas que pueda sentir su fétido olor corporal a distancia, sino algo que sea exclusivo suyo, algo japones con todas sus letras. Gracias, no quiero un intento de tortilla de patatas con sabor a cartón, prefiero sushi con salsa Wasabi que , aunque me abrase las papilas gustativas, jamas probaré aqui.