Wherever yual, I´m coming for you!

Un nuevo dia, una rutina a la que atender. De nuevo, el Bar de Barbón se postraba ante mi con su luz añeja después de una jornada agotadora. Entré de nuevo, aspiré el olor añejo de todos aquellos muebles y de todas aquellas personas que se encontraban ya dentro. Me adentré hasta detrás de mi barra y comencé mi ritual de agitación coctelera para contentar a todos aquellos que querian inundar su gaznate con alguna de mis bebidas marca de la casa.

Todo eran risas, caras sonrientes en un dia que continuaba avanzando como las manecillas del reloj de pared que se encontraba a un lado de la barra. Observaba con detenimiento a todos aquellos pazguatos satisfechos con la compañia, con la música y con el fantasmal acompañamiento de todos aquellos que cayeron en el pasado ante los poderosos puños de Max y la, emmmm.....agilidad de Axel.

De todos aquellos rostros mis ojos se posaron en uno, de pronto, el tiempo se detuvo. Ante mi, y como todos los dias hasta ahora, se encontraba Electra. Ella era la mujer de "mal vivir" que escoltaba mi Bar desde hacia mucho tiempo, una figura como cualquier otra que pululaba por alli y que, como cada uno de estos dias de verano, se postraba delante de la barra buscando algo que llevarse a la boca y saciara su sed.

Me sentí muy extraño cuando la vi ese dia, como si todo mi ser se hubiese volcado en ella. Como si mi existencia hubiese enfocado sus binoculares en aquel pixelado cuerpo y todo el resto del mundo se hubiese desenfocado como una foto sacada por un principiante. No sé que era aquella sensación que recorria mi cuerpo, como si uno de aquellos omnipotentes programadores hubiese estado trasteando con mi I.A. y me hubiese vuelto majareta.

Alelado intenté alejar mis ojos de Electra pero no podia, como un imán invisible que me atraia no podia detener mis pupilas marrones de mirar aquel femenino cuerpo. Después de muchos intentos salí a mojarme bajo la lluvia del patio trasero, que su eterna agua mojase mi cuerpo, ablandase mi cerebro e hiciese salir de mi mente aquella mujer. Largo rato pasé pero no podia, tenia miedo por un lado y felicidad por otro. Miedo ante lo desconocido pero alegria por ser feliz con la imagen de una persona.

No podia dejar que aquello continuase asi y cuando los goterones de lluvia habian machacado suficientemente mi cuerpo tuve una idea. Tenia que avisar a alguien sobre esto, no sé si era algo común entre todos, o simplemente era yo el que lo "sufria". Revisé mentalmente mi lista de contactos y pensé como pude (ante obscenas imágenes mentales de Electra desnudándose) quien podia ayudarme. Mi luz interior me dijo que visitase a Hakuyo, uno de los monjes que se encontraban en lo que muchos llamaban "Segunda pantalla" y que yo nunca tuve ocasión de visitar debido a mi empleo y quehaceres.

La decisión estaba tomada, partiria ahora mismo hacia "el puente" y el "camión" donde podria encontrarme con Hakuyo, le rogaria por su ayuda y conseguiria las respuestas que anhelo. Hakuyo era un tipo de guerrero concienzudo y tonguero que habitaba originariamente en "la segunda pantalla" pero que, después de los procesos de clonación parachungos de Mr.X aumentó exponencialmente y pobló otros rincones de este virtual mundo. Su habilidad en la lucha habia sido reconocida por nuestro propio lider y hasta su guardaspaldas, Shiva, habia estado bajo la tutela del original Hakuyo. Su fuerza física era admirable sin duda, pero también escuché enormes alabanzas hacia su fuerza mental y conocimiento. Desde luego, él era la persona que necesitaba en estos momentos de incertidumbre.

Mientras quitaba otra hentaiesca imagen mental de Electra comiéndose una fresa con nata, dirigi mis pasos a lo que se llamaba "el puente" en la jerga urbana. Aún empapado hasta los huesos me puse en marcha y corri lo mas rápido que podian mis largas partas y tras muchos frames de animación llegué a mi destino.

Muchos de los Galsias, Donovans y Signals que se cruzaban en mi camino se quedaban mirándome perplejos, preguntándose interiormente que era lo que me pasaba, porqué habia abandonado mi puesto y desobedecido a Mr.X alejándome de mi "primera pantalla" o, comúnmente conocido, Bar de Barbón.

No tuve tiempo de responder las preguntas de aquellos colegas a tiempo completo que me asaltaban, mi mente en aquellos momentos estaba centrada en dos cosas: encontrar a hakuyo y en Electra fustigándome con aquel látigo que tenia para machacar a Axel y Max si las cosas se ponian chungas en el bar (desde luego, es que todos los hombres pensamos en los mismo).

Con paso firme llegué hasta "el camión" y entre. Los moteros que alli se encontraban me miraron extrañados al igual que el resto de compañeros con los que me habia cruzado. No intercambié ni siquiera mi mirada con ellos, avanzé unos pasos y del techo cayó con una veloz patada voladora el que me iba a abrir el camino hacia la verdad aunque, su primer intento, lo que mas quiso abrirme fue la cabeza.

Esquivé el primer golpe y me alejé a un distancia segura. Al verme Hakuyo, se disculpó pues la rutina le obligaba a caer con una patada voladora ante todo aquel que osase adentrarse en "el camión" y no podia ir contra las leyes de la I.A .(Inteligencia Artificial para los menos entendidos" y los dioses programadores que nos habian dado la vida.

No perdi tiempo y cuando me preguntó a que debia mi visita le solté todo sin dudarlo:-"Hakuyo, he recorrido una distancia de juego de unos 10 minutos para venir a verte. Tengo un grave problema que tal vez sepas solucionarme. No he sabido a quien acudir y tu me has parecido el mas adiente. Graves cosas me ocurren y solo tu puedes ayudarme."

Hakuyo asintio con la cabeza y dijo:- "procede, que es lo que te ocurre?"

Inspiré todo el aire posible mientras nuevamente la imagen de Electra relampagueaba en mi mente y le expliqué todo lo que me pasaba:- "Mire, siento algo extraño por una chica habitual de mi bar llamada Electra. Ha sido algo inesperado, algo de lo que incluso yo estoy preocupado. Es una sensación triste y alegre al mismo tiempo, como si el ying yang de las sensaciones se hubiese adentrado en mi corazón y se hubiese puesto a trastear con mis sentimientos."

Hakuyo no profirio sonido alguno, simplemente estaba tan concentrado en mis palabras y en mis gestos que no vio necesario el interrumpirme.

Yo continué:- "antes no era mas que una compañera cualquiera, como un Galsia o un Donovan, solo que con un grito distintivo al morir que los hacia diferentes. Pero ahora, todo a cambiado."
Tomé un tiempo,volví a tomar aire y solté todo del tirón: -"Lo que antes eran dos feos cuadradotes en su parte posterior, ahora se ha convertido en pechos turgentes. Lo que antes eran dos pixeles de color rojo en su cara, ahora se han convertido en carnosos labios. Lo que antes era un modelo 2d del montón, ahora se habia convertido en un cuerpo de escándalo. Lo que antes eran frames de animación en estado "espera", se habian convertido en sinuosos y despampanantes movimientos de cadera. Lo que antes era un pelo amarillento que se dibujaba sobre su cabeza, ahora se habia convertido en cascadas de cabello dorado que caian sobre sus hombros. "

"QUÉ ES LO QUE ME PASA???"- lo grité con tanta fuerza que los moteros que alli se encontraban se asustaron y comenzaron a moverse a mi alrededor intentando cogerme por la espalda.

Hakuyo abrió los ojos de repente, profirio un poderoso HUAYAKSSSSSSSS y me soltó una patada en toda la cara. Cai desconcertado al suelo doliéndome, pero gracias a mi poderoso y musculoso cuerpo, no tardé en recuperarme atolondrado y aturdido.

-"Porqué me ha hecho eso? Que es lo que me está ocurriendo? Es grave?"- Le pregunté al ver que mi barra de vida habia perdido parte de su preciado color amarillo y se habia tornado rojo.

"Estás enamorado" - dijo aquel monje mientras recuperaba la compostura y la posición habitual -"Quieres a esa mujer, un flechazo como dicen los garrulos del mundo superior".

"Querer? Qué es eso?"-Pregunté extrañado -"Jamas habia oido hablar de algo asi, están toqueteando mi IA los de arriba para hacerme mas poderoso junto a ella? Porque me has atacado?"

"Nada de eso"- prosiguio Hakuyo- "es un sentimiento que a saltado en tu interior y no hay marcha atrás. Tienes que declararte a ella para descubrir si ella siente lo mismo por ti."

"Porque tengo que hacer eso?"- le pregunte. -"Tengo que saber si ella siente lo mismo para ponerme aún mas cuadrado? No entiendo nada."

"El amor, es un sentimiento egoista compartido entre dos personas. La propia definición es difícil de explicar. Tu sientes felicidad por un lado por ella, y seguramente sentirás aún mas si ella te quiere a ti también. Tu felicidad es la suya y, en caso positivo, su felicidad será la tuya. Un vínculo afectivo entre dos personas que puede acabar tremendamente bien o descalabradamente mal"- Estas dos últimas palabras las dijo casi en un susurro.

"Descalabradamente mal?"-me asusté al intuir esa coletilla de la frase. Que es lo que tiene que ocurrir para que las cosas empeoren? aunque, creo, que me lo puedo imaginar...

Nuevamente el monje volvió a ponerse en pie y con su grito distintivo intentó golpearme de nuevo, pero esta vez falló.

-"Para que las cosas vayan mal, ella no ha de sentir lo mismo por ti. Tal vez sienta respeto, tal vez no sienta amor, tal vez quiera ser tu amiga pero nada mas. Y ahi, justo en el momento en que conozcas eso, lo oigas de sus pixelados labios, entonces a partir de ahi se abrirá un abismo bajo tus pies que acabará con la única vida que tienes."

"Hakuyo, estoy asustado, está usted diciéndome que con una sola pregunta puedo obtener una felicidad enorme por un lado o una tristeza infinita por el otro?"- le pregunté dubitativo.

"Si, asi es, y solo de ti depende si quieres saber la verdad o seguir viviendo a partir de este momento con esos sentimientos reprimidos y esa duda en tu interior. Crees que ella siente algo por ti?"- dijo Hakuyo.

Aquello se estaba convirtiendo en un consultorio de aquellos sentimentales de los que habia oido rumores entre los Joe Higashi (porque creo que alguno pierde aceite y no se pierde este tipo de espectáculos) y muchas dudas asaltaban mi cabeza aunque solo una persona podia solucionarlas: Electra.

Por lo que yo sabia, las mujeres tenian cierta disposición por los tipos agerridos y atléticos. Tal vez un sentimiento mas fuerte hacia ese aire de libertad y gamberrismo que hacia únicos a los Galsias. O tal vez esos torsos desnudos y esas cabezas calvas curtidas en las playas de calor bochornoso que cubrian "inserte aqui nombre de ciudad de Streets of rage 2 que no recuerdo" y que distinguian a los Donovan del resto. Y, porque no, que puedo pensar de los Signals? Seguro que ellos dominan ese sentimiento del "amor" mucho mejor que yo, con esos ropajes y cortes de pelo tan llamativos que seguro que han hecho que los clones de Electra y Dallala pierdan el culo por ellos.

Son muchos los oponentes, los combatientes en una guerra paralela a la que tenemos que luchar cada dia, una guerra que no se gana a puñetazos ni golpes, sino que se gana con otro tipo de aptitudes y técnicas. Aptitudes y técnicas que yo desconocia en esos momentos.Que tenia yo que ofrecer? ni yo lo sabia.

Después de mucho cabilar y aún sabiendo que estaba tomando la decisión equivocada le dije a Hakuyo:" volveré al Bar de Barbón y le preguntaré a Electra que piensa de mi. Pondré mis cuadriculados huevos en marcha y le echaré todo lo que pueda a esa pregunta. Como mucho lo mas que puedo perder es el tiempo."
"No"- dijo Hakuyo interrumpiendo mi propia auto-arenga - "puedes perder mas que eso. Puedes perder una mujer, una amiga, una compañera de armas."

"Aún asi lo haré, mi decisión está mas que tomada y mas vale no perder mas tiempo. Podria acabar aún mas loco de lo que ya estoy con todas esas imágenes y ese pensamiento eterno tatuado en mi mente. O me quitaba a Electra de la cabeza o la hacia mia para siempre, ella lo decidiria".

Me despedi de Hakuyo y, antes de irme y cogiéndolo desprevenido, lo lancé por los aires en respuesta a la patada que me habia propinado antes. Podia estar confuso, pero no dejaba de tener mi dignidad y mi sed de venganza.

Desandé todos mis pasos, volví hacia atrás evitando de nuevo las miradas y las preguntas curiosas sobre mi asistencia a "el camión". Después de otros 10 minutos de juego corriendo a mas no poder, volví a sentir el olor húmedo del patio de atrás del Bar de Barbón. La lluvia volvio a caer sobre mi rostro, me dio los ánimos y la serenidad que necesitaba en los momentos que iban a venir. Lo necesitaba.

Entré de nuevo al Bar, todos los rostros se tornaron hacia mi. Sentí todas las miradas pegadas en los 360º de mi cuerpo. Alli estaba ella, nuevamente despampanante con aquel vestido de cuero que siempre portaba pero que hoy me deslumbraba. Con aquel carácter impertinente y borde que antes tenia, pero que ahora no era mas que "tiranteces sin importancia". Una rara faceta suya que ahora no era rara ni loca, solamente excéntrica.

Me acerqué a ella pero antes de abrir boca muchos se pusieron a hablar y dejaron en pause el momento, muchas voces se arremolinaron como queriendo dar un último momento a su lider que en aquellos momento se estaba enfrentando al peor enemigo que podia haberse encontrado. Peor que 100 Max equipados con tuberia de hierro, o un Axel con Supers infinitos, se tenia que encontrar con que un "si" o un "no" catapultarian su existencia hacia el eterno cosmos de la felicidad y el éstasis o lo sepultarian en el profundo precipicio abisal de la perdición.

CONTINUARÁ