The Passing (no, no tiene nada que ver con el L4D)

Después de un periodo de absoluta ausencia y un par de alarmas y peticiones por parte de mis clientes mas selectos, hoy me encuentro de camino hacia el Bar de Barbón para contaros de todo un poco, el prepararos un cóctel con los mas variados condimentos para que podais sentaros, relajaros y dejar que el licor fluya por vuestras gargantas y os contagie de este sentimiento digital que fluye por este local como los Galsias y Donovans que no tienen otro lugar donde ir y se dejan seducir por las apetecibles sillas y asientos de este antro.

Lo cierto es que ya habia olvidado por completo este sitio, como si la ausencia de noticias desde el campo de batalla, como el paréntesis que se ha hecho desde que comenzó la gran guerra de Mr.X haya desplazado al Bar de Barbón a un plano donde el scroll es tan pequeño y tan inmóvil que aquellos que no andan con cuidado acaban devorados por las temibles bandas negras que nos ven llegar y desaparecer y que nos sirve de escondite ante los mas despistados luchadores contra los que nos hemos enfrentado en estos...ya 18 años?

Y es que a veces es bueno echar la vista atrás y rememorar los tiempos que quedaron anclados en el fango del pasado, recordar las personas y situaciones que se hundieron en el barro del olvido y volver a rescatar a aquellos que aún luchan por respirar y zarandean sus manos en un vano intento por luchar contra la desaparición. Pero todo es vana teoria, pues a veces vuelves la vista atrás y lo mas que encuentras es tu sombra que te mira divertida desde el suelo, imitando tus movimientos y riendose en tus espaldas, por mas que la pisotees, por mas que la intentes derrotar, sigue persistiendo hasta que un dia se apague la luz que nos sirve de guia y acabe todo por completo.

En el Bar de barbón es cierto que andamos escasos de noticias, la conclusión de esta historia ni siquiera parece existir, y se echan de menos esos momentos en que todos teniamos el miedo en el cuerpo, que la incertidumbre se mascaba en el ambiente porque nunca se sabia cuando iban a aparecer los temibles B.S.A.M ! (con exclamación porque en el diccionario de la real academia española sale asi) y nos iban a machacar hasta nuestra última exalación mortal.

Y ahora que sabemos de ellos? Que seguramente hayan caido en combate hace dias o semanas, que hayan huido como simples matones de tres al cuarto que se ven superados en número como otras muchas veces en su vida, que se han convertido en sombras de lo que antaño fueran y en seres que tiempo atrás desataban nuestro pavor cuando escuchabamos a Jack yualizar y su cadáver desaparecer desde las ventanas que dan afuera. En ese momento era cuando nos teniamos que preparar, poner nuestra música de batalla, posicionarnos como nos dictan nuestras rutinas de IA y esperar nuestro aziago final con una mueca inexpresiva en nuestra pixelada cara.

Eran momentos trágicos en la inmensa mayoria de ellos pero aunque suene a ironia, aquello era lo que nos mantenia vivos...almenos durante unos momentos. Ahora miro el vaso vacio que yace junto a mi, mientras puedo contar la gente que entra con los dedos de mi cuadriculada mano y preguntarme porqué aquella rutina que tanto adorabamos habia cambiado por un futuro que a lo mejor no queriamos. Cierto es que ese tipo de decisiones tan importantes no estaban en posesión de simples lacayos como somos nosotros, tenemos que aferrarnos a las ordenes y mover nuestra cabeza como si de un GIF animado se tratase cuando queriamos aceptarlas nos gustase o no.

Echo de menos esos tiempos y, hecho la vista al futuro y la luz que se encuentra alli delante me ciega de tal manera que no me deja visualizar lo que alli se encuentra. Sea lo que sea, hay que recibirlo, ya sea preparando un coctel en la barra del Bar de Barbón o esperándolo bajo la atroz lluvia que cae en el patio trasero de este local.

Aunque claro, no todo lo que ocurre en este presente tiene que ser malo y no todo hay que mirarlo tapándose los ojos con ambas manos. Hay ocasiones en que si bien todos podriamos vernos rodeados de cientos de lingotes de oro y saquitos de dinero que saltasen al romper los ladrillos del Bar de Barbón, también hay muchos motivos que te hacen esbozar una sonrisa en un rostro helado y congelado por las 2D y que te hacen sentir bien por dentro, como si los que pululamos por estas lindes tuviesemos un corazón que palpita en nuestro hueco interior.

Hecho la vista atrás y no hace demasiados dias tuvo lugar el aniversario de una asidua pasada a este establecimiento, la señorita Nekoi. Y es cierto que aquel cumpleaños nos pilló a todos por sorpresa, sobretodo a los que no estabamos acostumbrados a los ambientes Nekoienses y esa postura "echaopalante" que en muchas veces toma y que nos deja a todos boquiabiertos con algunas cosas que se saca de la manga.

En esta ocasión, cuando tanto maese Shinobi Aoyama, como Anónimo Número 1, como un servidor llegamos a la morada de Ms. Nekoi nos encontramos ante una de aquellas cosas que o bien pueden hacerte huir con el rabo entre las piernas literalmente, o despertar tu interés aún sabiendo que una parte de ti iba a morir alli mismo y en el transcurso de aquella tarde.

Alli, en el comedor, se encontraba un karaoke casero con cientos de canciones de anime, frikadas varias de mis años de jovenes y otros placeres del arte musical como pueda ser el Fary (y las aportaciones que mas tarde tuvo el señor Aoyama y que dieron un caliz mas interesante a toda la velada por el distinto tono en que se componian las canciones que trajo con el).

Yo no soy muy amigo de los karaokes, y menos cuando uno de mis frecuentes resfriados me tiene jorobada la garganta, pero es verdad que incluso estando asi y no pudiendo ofrecer mis grandes y poderosas dotes interpretativas y cantantes al resto de público que alli se habia congregado (resumiendo, gallos sin paragón y lanzamiento por la ventana de los asistentes sin paracaidas) si que pude acompañar en algunas de las canciones con mi hilo de voz que era lo que mas pude dar.

Se tocaron temas típicos de muchos animes actuales, una canción que en mi vida habia escuchado de Gurren Lagann (es que no debo estar a la moda yo ya), y luego tocó ronda de openings de series de dibujos que yo creia tener enterradas en mi memoria y que por un momento se levantaron de sus lápidas para alegrarnos con sus mortecinas pero vivarachas canciones y hacernos rememorar aquellos tiempos en que los problemas, las preocupaciones y la incertidumbre de la vida eran solo cosas que salian en el prospecto del medicamento para la tos aquel tan bueno que nos daban de enanos.

Recuerdo que una vez llegué a casa puse con suma rapidez a descargar la serie de Alfred J. Cuack pues fueron unos de aquellos dibujos animados que incluso te instaban a llorar en según que momentos pero que, resumiéndolos, eran puro vicio el verlos. Y ya sin contar otras series como pudieron ser Isidoro, los Fruitis, los Mosqueperros, David el Gnomo, Willy Fog y un montón de aquellos que podriamos denominar como "auténticos dibujos" y no los bodriacos con los que se atonta a los niños de generaciones posteriores (y solo hay que echar un vistazo en los resultados al cabo de los años, esa lobotomia y estupidez mental que taladran a toda la juventud en mitad de sus cerebros en desarrollo luego carcomiza su interior haciéndolos como son años después. Y creo que aqui no se necesita mas explicación).

Y para poner el cierre a aquel karaoke peculiar como lo describio Mister Axel, quiero decir Alex, quiero decir Shinobi Aoyama, el Fary puso el broche final con su canción de Torito Bravo que creo que entre risas y tal, fue la primera vez que yo la habia escuchado entera y quedo grabada en nosotros un buen rato como un Karaokity! que nos habian colado a todos al unísono antes de marcharnos a cenar a un restaurante japones perdido de la mano de Dios.

Después de aquel dia tan peculiar ya pensaba que poco podia pasar que fuese tan especial como aquello, que te dejara con la boca abierta y pensando en plan: pero que narices ha pasado esta tarde? Pero no, el destino aún tenia algunas cartas guardadas en su recámara (aparte del as que me echó a la cara hace ya un par de semanas) y hablando tranquilamente con el buen Aoyama, quedamos en que teniamos que asistir a una quedada con Quintana, personaje peculiar y absoluto desconocido de las artes barbonianas que aqui tienen lugar.

Cierto personaje de aires peculiares y tamaño mastodóntico es difícil de describir incluso para una eminencia como yo, que es capaz de escribir un texto de 4000 palabras y no decir nada, el maestro del relleno algún dia me llamaran (podria trabajar para Naruto, no creeis?).

Cuando llegó el momento, nos sentamos todos juntos para escuchar sus relatos y sus versiones de la realidad totalmente distorsionadas por ese mal endémico que a todos nos afecta y que se llama amor. La verdad que escuchabas algunas cosas de esa persona tan sumamente inteligente y te preguntabas como podia haber acabado asi.

Cierto es que yo no conocia a Quintana con la misma intensidad que podian Shinobi o Keiko, pero sus palabras me dejaron pegados al asiento como lo hacia la serie de Perdidos en sus primeras temporadas.

Por un lado no podia creer lo que estaba escuchando, por otro lado no sabia si ponerme a reir por algunas de aquellas cosas (pero cuando ves que incluso el que lo cuenta lo esta haciendo, pues no puedes evitarlo) y, por otro, el no poder mas que preocuparte por su situación y por ese sentimiento tan familiar que afloraba de mi interior y que no podia mas que verlo reflejado en aquel cachondo, dolido, extraño, peculiar Quintana.

Seguramente aquella tarde de revelaciones de poco le sirvieron al señor Quintana para afianzarse consigo mismo, dejar las cosas a un lado y dedicarse de nuevo a sus estudios y dejar aparte aquellos desvarios y distracciones que lo estaban alejando del camino recto. Pero el amor es asi, se siente con tanta intensidad en ocasiones que nubla la visión de cualquiera y, lo peor del caso, es que cuanto mas te ignoran, cuanto mas te desprecian, mas aumenta ese amor que se tiene por la persona que te esta mandando a la mierda con educación 500 veces al dia por cada palabra que te dice.

Pero bueno, podemos respirar tranquilos almenos en parte pues Quintana es un hombre que tiene muy claras sus convicciones,...aunque sean erroneas. Y si lucha por ellas, desde luego me imagino que no debe haber mejor sensación que pelear por aquello que piensas que es cierto.

Lamentablemente retirando el velo de la fantasia, la ilusión y la esperanza, la realidad tiene un matiz completamente diferente.

De nuevo tendria que tocar el tema de las sorpresas de la vida, de aquellas cosas que de nuevo te hacen reir o llorar de manera inesperada, de las que te hacen quedarte boquiabierto, que te pillan con el culo al aire (para hablar en plata). Y como ejemplos y resumiendo, quien me iba a decir a mi que volveria mi amor por el Battlefield Bad Company 2 (juego que odiaba y que comenté por aqui no hace mucho) después de jugar unas partidas con Fogya? Quien me iba a decir a mi que los señores de Valve iban a colar una referencia tan clara a esa bestia magnanima en los juegos de zombies llamado Dead Rising? Quien me iba a decir a mi que los señores de Capcom iban a hacer una conversión tan perfecta de Final Fight con la cual poder pasarmelo después de años y, de regalo, tener un juego parachungo de 50 nivelacos capaz de hacerme estar despierto cuando deberia estar haciendo lo contrario ? Quien me iba a decir a mi que iba a ver a Chris Redfield pelear en el próximo Marvel Vs Capcom 3? Quien me iba a hacer creer que la vida me iba a tener tantas sorpresas preparadas y todas de ellas buenas?

Por cierto, y para cerrar esta nueva entrada del Bar de Barbón me gustaria proponer de nuevo una cosa que funcionó bastante bien que ya hice el año pasado. Y es volver a crear una jornada de puertas abiertas en la cual cada uno que deje aqui su comentario pueda elegir un tema que le guste y yo, y mis increibles dotes de improvisación y relleno, le dedicariamos una entrada nueva en estos lugares.

Recuerdo que con esta idea apareció el tema del Informe Majini, que aún tengo que actualizar para añadir el Majini Terry Bogard, un extraño nuevo tipo de Majini avistado por el explorador Jordi (Felicidades desde aqui por tu santo) y que pasará a engrosar nuestro informe majini en cuanto lo encuentre en los archivadores raidos y llenos de polvo de este inefable tugurio.

Gracias por seguir ahi y como disculpas a esta ausencia tan pronunciada en estos dias, la ronda de hoy corre a cuenta de la casa ^_^