lunes, 9 de noviembre de 2009

De inventario


Como si alguien hubiese abierto la puerta hacia un gélido reino, como si el aire acondicionado del cielo se hubiese activado, de esa manera golpeaba en mi frente el aire que desde las alturas caia sobre mi como bofetadas frias que me despertaban a cada segundo de mi aletargado andar.

Entre las calles se colaban las ninfas con sus alas de hielo y congelaban mis ropajes y los del resto de viandantes que me acompañaban en el dia a dia. Las luces centelleaban en lo alto, tonalidades rojas y azules chisporroteaban como si de una gran pantalla publicitaria que se proyectaba en el cielo se tratase, un slogan que rezaba a las alturas para que esa oleada de bajas temperaturas se fueran y volvieran los cálidos vientos que nos habian acompañado durante los últimos meses salpicados por tremendas tempestades que alegraban mi vista y acercaban el aspecto de esta ciudad sin nombre al de mi patio exterior.

Cruzé las callejuelas por donde ya estaba acostumbrado a pasar, seguia el scroll como si al abandonarlo me topase con un abismo de negrura que me absorbiese y acabase con mi vida, continué hasta topar con el Bar de Barbón, que se erguia majestuoso sobre su cochambrosa fachada y su oxidada persiana.

Mis ojos toparon con un montón de cartas que se habian acumulado en mi ausencia, un túmulto de pixeles que ralentizaron mis acciones hasta que poco a poco fui guardándolas en mis bolsillos y descongestionando el procesador central del Todopoderoso de toda esa fuente de sprites en forma de sobre blanco. Una vez recogida la propaganda y las cartas de aquellos que parecian preguntar por mi ausencia, busqué nuevamente en otro de mis bolsillos, localicé el tintineante llavero y abri, no sin esfuerzo, la desvencijada persiana que con un ruido metálico se alzó hacia lo alto escondiéndose en su refugio de engranajes y demás parafernalia que mi I.A no llegaba a comprender.

Una vez dentro, encendi varias de las lamparitas que descansaban en las mesas, entreabri las ventanas para que el aire helado resucitase el muerto ambiente que reinaba en el Bar y me senté en mi pequeño estudio para poder leer con detenimiento todo el correo que se habia acumulado en estas semanas.

Entre las cartas se encontraban muchas de mis clientes, donde me preguntaban cual era mi paradero, también sobre la andadura de la organización de Mr. X en las tierras del Salón del Manga y los tesoros que habiamos traido con nosotros. Otros muchos, después de pasar una larga temporada sin visitar estos parajes, se dejaron caer pero al encontrarse este antro completamente vacio, pensaron que el peso de la crisis, los años y la falta de temas, habian acabado con el y finiquitado su legado internetil.

Muchas misivas pude leer para mi regocijo, pero una sobresalia por encima de todas ellas, una con el sello dorado de Mr.X y que no tardé en abrir al ver lo amenazadora y carismática que era la persona que lo remitia.

Mi jefe me habia encomendado una misión final antes de correr y unirme a la gran ofensiva que tendria lugar dentro de muy poco. El poderoso golpe que ibamos a dar contra esta anónima ciudad iba a tener un eco en los anales de la historia que nuestros simples, insulsos y a veces, cómicos nombres iban a ser recordados para siempre.

Por lo visto habian llegado rumores de que los B.S.A.M ! (con exclamación pues es esa la entonación con la que hay que pronunciarlo para que las tropas enemigas se caguen en los pantalones) habian estado experimentando nuevas piruladas y tongos contra algunos de nuestros efectivos mas alejados e incomunicados de todos. Por lo visto el resultado para ellos habia sido muy positivo, pero, como suele pasar en este tipo de historias, no tenemos testigos visuales vivos de los nuevos logros de los B.S.A.M ! (con exclamación final para dar poder a Max, que ya le sobra).

Ante esta nueva posibilidad de peligro, Mr.X me ha ordenado que me ponga manos a la obra y haga un inventario de todos nuestros efectivos no-humanos y se lo envie tan rapidamente como un motero pueda correr por las abnegadas calles, puentes, barcos, parques de atracciones, playas y fábricas de robots pueda recorrer.

Asi pues, llamé a los proveedores que se habian estado abasteciendo en el puerto, hablé con los que habian hecho acopio de armas y vehículos para nuestra causa y con todos aquellos comerciantes que bajo sus arapientas sábanas habian escondido para nosotros algunos de sus artículos mas interesantes.

Contabamos, aparte de con una cantidad ingente de soldados de dispares habilidades y nombres, con un número a la par de oxidadas tuberias (todas con la misma forma y grosor, para hacer mas sencillo el entrenamiento e intercambio entre soldados), varios millares de cuchillos de usar y tirar, gastados y agrietados (que solo en manos expertas eran capaces de hacer verdadero daño. Un arma mas de tirar, que de usar y tirar).

De todos los litros de cerveza que se habian ingerido durante todo este tiempo, yo dispongo de muchisimas botellas vacias que podian ser utilizadas de arma a la desesperada. Su resistencia no era muy elevada, pero contra un enemigo desprevenido, podias rompérsela en la cabeza y después usar sus destrozados restos como arma puntiaguda.

Armas de fuego también incluimos en nuestra futura conquista, aunque su número sea ridiculamente reducido. Solo disponemos de una ametralladora Thompson con cargador de balas infinitas accionado y culata de acero-adamantio-mitrilo y orichalco para poder volar dientes con mayor facilidad.

El poseedor de dicha arma es nuestro gran Mr. X que la enarbolará en alto como señal de poder y como sustituto de una bandera que, probablemente debido a la baja tecnologia que recorre nuestro mundo, ondearia de una forma tristemente cutre y que llevaria a las risas a los jugones y, probablemente, seria objetivo de gifs animados que se mofarian de nuestros animadores.

Los botes de pimienta de un colaborador cercano nos hubieran podido ser útiles como complemento a alguna de nuestras tapas, pero al parecer fueron cancelados por su total inutilidad en el campo de batalla.

En el campo de los vehículos, acumulamos en nuestro álmacen un buen número de motos de distintos colores para que concordaran con los ropajes de los moteros que se iban a montar en ellas. Se compraron también litros de colorante para las ruedas, para que si en el peor de los casos acabasen con la vida de los moteros que pilotan estos vehículos, que las ruedas al derrapar dejasen en el asfalto la firma de aquel cuya existencia acababa de terminar.

Otros mas afortunados recibiran Jetpacks que podrán equiparse y navegar por los contaminados cielos, dejándose caer sobre sus victimas, llevándolas hasta lo mas alto y dejándolas ver por un instante el paraiso, para acto seguido, dejarlos caer sobre el duro asfalto y catapultándolos de un golpe, en un viaje al paraiso que acababan de ver pero sin retorno.

Algunas mentes privilegiadas habian optado por comprar minas antitanque o antivehículo para salvarse de una amenaza que en el pasado se cobró las vidas de muchos de nuestros parientes, de muchos de nuestros antepasados que murieron bajo el plomo de una ametralladora Gatling o bajo el fuego de un bazoca con un sistema de apuntado imposible.

Asi pues, se minarian las calles con mayor afluencia de vehículos y mayor transito, y entre una y otra explosión habian grandes probabilidades de acabar con uno de esos coche policia que tanto daño habian causado en el pasado.

De entre los objetos inservibles de nuestro inventario, podiamos catalogar los que fueron comprados en el último salón del manga. Primeramente el último manga de Tsubasa Reservoir Chronicles, una historia que poco a poco llega a su fin en un nuevo tomo que se puede devorar/leer en casi 10 minutos.

Primer tomo de Kobato, la última serie de las CLAMP, que si no fuese por el renombre de sus autoras, seria uno de esos mangas que por su temática no me atreveria ni a ojear. Por lo visto tiene mucho que ver con Wish!, pero aún es pronto para decirlo.

Último número de Ikkitousen (Tetousen para los amigos) una serie en la cual llega un momento que te preguntas porqué sigues comprándola. Hay animes que muestran mas chicha que la que aparece en Ikkitousen, y tienen una historia mucho mas simple y aparecen con mayor asiduidad.

Ya que entre un número y otro de Tetousen pueden pasar tranquilamente sus 4 o 5 meses, haciendote olvidar por completo como quedó el argumento en el último número. Aunque, como todos bien sabemos, la trama en este tipo de mangas es lo de menos.

Primer tomo del nuevo manga de Kingdom Hearts 2, un nuevo manga del extraño hibrido SquareEnix - Disney y que espero que supere en número de tomos a sus anteriores congéneres (KH1 y Kh Chain of memories no llegan ni a los 3 tomos cada uno).

Camiseta de Gears of War, de color gris y con el augurio carmesi apareciendo en todo su esplendor en el centro de la prenda. Uno de esos venazos en los que dices: ufff, necesito una camiseta friki pero que NO sea negra.

Strap de Kingdom Hearts 358/2 de Roxas con el traje de la Organización XIII para ser usado tanto en un móbil como en una Nintendo DS. En mi caso, en la última de las opciones.

Chapa con la inscripción "mata mancos" donde se refleja mi adoración y la dedicación que pongo en todas mis partidas para limpiar y borrar de la faz del mundo multiplayer online a semejante pandilla de inútiles.

También me lleve un buen puñado de fotos, unas agradables experiencias con todos mis amigos, un dolor de piernas increible y un trancazo de cuidado que apareció dias después. Pero todos estos artículos son NO INVENTARIABLES y no aparecen en stock.

Después de corregir todo el escrito con sumo mimo, llamé a uno de los moteros más rápidos y tongueros que pululaban por mis barrios y le hice entrega de la carta. Nos fuimos a abrazar, pero no sé como se lo montó que según se acercaba me cogio por la espalda y al encontrarme ante esa escena tan embarazosa no supe bien como reaccionar. Le lancé por los aires, cayó de pie y marcho patinando por el asfalto hacia su flamante moto, que arrancó e hizo desaparecer entre las intrincadas y laberinticas callejuelas que separan el Bar de Barbón del mundo real.

3 comentarios:

  1. Buenas compras por lo que veo, espero que te pasases por la entrada que hice del Salón, también me pillé el KH2 ^_^.

    Saludos!!

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  2. Pues me temo que el manga de KH2 son solo 3 tomitos, el frikismo te puede, el manga es una bazofia de tamaño considerable xD
    A mi mas que Tetousen me gusta Tenjo Tenge que tiene historia guapa y tambien tiene fanservice, aunque ya con la de tomos que llevan han pillado a japon y sale cada mil meses o asi, como casi todo ultimamente...

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  3. Bueno, 3 tomitos...casi que mejor, asi es otra de esas sagas que acabo rápido (aunque no sé como se lo montan para resumir la historia de los juegos en 3 mangas, pero bueno).

    Tenjo Tenge lo comencé yo a comprar también hace la tira de tiempo, pero aparte del fanservice que estaba muy bien (la calidad del dibujo era abrumadora), la historia era sumamente aburrida y me hacia bostezar de tal forma que tuve miedo de desencajar mi pixelada mandíbula.

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